Tres años sin JASON MOLINA

Tres años ya sin JASON MOLINA. Duelen las muertes de todos nuestros artistas favoritos, más aún si son prematuras. Pero en el caso del Jasson fue especial, muy especial. Tenía el bueno de Jason todo lo que le pedimos a un artista, era un gran compositor de canciones, tenía una voz mágica, perturbadora, inconfundible; además, poseía un estilo único, creaba un clima como de trance diluido, un espacio sonoro propio y perfectamente identificable, se movía entre el folk de cantautor desubicado en el mundo, el country aternativo y el indie-rock menos domesticado, como nadie, y además, en lo poco que le conocimos, daba toda la pinta de ser un gran tipo.

Podemos recordarlo escuchando sus canciones en los discos de sus dos magníficos proyectos, SONGS:OHIA (once discos publicados desde 1997 hasta 2.003), todos estupendos, rarunos a veces, impresionantes e hipnóticos casi siempre, y MAGNOLIA ELECTRIC Co. , cinco discos desde 2.005 hasta 2.009. Además, publicó en solitario, como JASON MOLINA, tres crudos y casi minimalistas discos muy folk y confesionales, desde 2.004 hasta 2.009.

«Tenía el espíritu de Johnny Cash, Townes Van Zandt y Neil Young, y la misma sensibilidad hiriente y crudeza de sus coetáneos Will Oldham, Smog, Damien Jurado, Scoutt Niblet, Cat Power o Lou Barlow», leemos por ahí. Y nos convence. Si estos nombres te dicen algo, y tienes la suerte de no conocer los discos de Jason Molina, ya sabes, manos a la obra. Que son muchas canciones, y muy buenas.

Temazos como este «Blue Factory Flame», extraído de «Didn’t It Rain» (2.002), publicado por SONGS:OHIA, y disco con el cual conocimos, en 2.003, a esta voz, a este descomunal artista. Es un disco increíble, bello, impactante y profundo, y da perfecta muestra de nuestra ignorancia musical el hecho de que hacía ya el número 9 de la discografía de SONGS:OHIA, en la que hay al menos otros tres o cuatro cumbres del mejor folk-rock. Por citar: Songs: Ohia, de 1997; Axxess & Ace, de 1999; The Lioness, 2.000; y Magnolia Electric Co, de 2.003, cuyo título dio paso al nombre del nuevo proyecto de Jason de este nivel excelso.

Sigues en nuestra mejor memoria, Jason.

Cantautoras anglosajonas de folk-rock

Hablamos de cantautoras de folk-rock, y ponemos cancionaza en plan Leonard Cohen de una de las más nuevas e interesantes, ANGEL OLSEN.
Muchas veces hemos hablado de lo que nos flipan las CANTAUTORAS anglosajonas a camino entre el folk, el rock, el blues y el country; las más originales, experimentadoras y creativas y siempre menos vampirizadas de lo común por las exigencias del comercio y la penosa servidumbre que imponen las facturas domésticas y las otras. El abanico es amplísimo: desde las ya veteranas pero aún (y quizá más injusta que incomprensiblemente) minoritarias Julie Doiron, Alela Diane, Laura Veirs, Mary Gauthier, Jolie Holland, Josephine Foster o Tara Jane O´Neil y las consagradas Lucinda Williams, Pj Harvey (sí, ahora la ex-diosa rockera oficial más de songwritter folk-rock que de otra cosa, en un giro radical de concepto y estilo muy oportuno para su carrera), Cat Power, Beth Orton, Neko Case o Fiona Apple hasta las emergentes y maravillosas Anna Calvi, Angel Olsen, Laura Marling, Sharon Van Etten, Caitlin Rose, Laura Gibson, Cate Le Bon, Cecile McLorin Salvant, Waxahatchee, Leyla McCalla… esto es una mina, todo un filón que no para de proveernos, desde hace décadas, de estupendos discos y canciones maravillosas.

Vamos con una de estas artistas, la estadounidense TARA JANE O´NEIL, con sus ya 42 años, quizá la que podría aspirar al lamentable galardón de más oscurecida e ignorada por los medios de comunicación, a pesar de que le sobra talento, ambición artística (que no de la otra) y de que ha ido conformando, con el paso de los años, una discografía impecable, tanto en solitario como formando parte de grupos (Retsin, Rodan, Sonora Pine) tan prestigiosos y minoritarios como ella misma. Cierto, TARA JANE O´NEIL, con su folk-rock desmadejado y casi experimental no hace una música convencional y apta para el paladar del gran público o las emisoras de radio convencionales, pero escuchar sus discos, y no digamos asistir a uno de sus conciertos (tarea bien difícil en nuestro país, aunque nos podamos felicitar de que la hemos visto varias veces en directo) es una experiencia distinta, algo exigente e incluso ardua, en tanto que para su completo disfrute requiera de atención y amplitud de miras, pero siempre gozosa y con cierto punto de misterio, tristeza y nebuloso viaje interior. Acaba de publicar TARA JANE O´NEIL «Where Shine New Lights su séptimo disco en solitario», tras cinco años sin sacar nada nuevo al mercado excepto un disco en colaboración con un músico japonés, (digamos que Tara Jane es asimismo artista gráfica) y, como es habitual, apenas nadie se ha enterado, aunque la crítica especializada internacional de la que más nos fiamos lo haya puesto, una vez más, por la nubes. Nos frotamos las manos de las ganas que tenemos de escuchar una y otra vez este disco, que nos está sonando tan extraño y apasionante como era de prever. NO HAY en youtube ninguna de las canciones que más nos gustan de este disco de Tara Jane O´Neil, (solo vemos una, no es la mejor precisamente y el video es feo con ganas) por lo que os dejamos con un tema de de otra de estas artistas increíbles, la también norteamericana (es de Missouri) y mucho más accesible ANGEL OLSEN, deliciosa y bella (por qué no decirlo) cantautora en plan folk psicodélico que acaba de publicar un más que buen disco ( es solo el segundo de su incipiente carrera), de título «Burn Your Fire for No Witness». Escuchemos la delicadísima “White Fire”, de honda huella leonardcoheniana, avisando, empero, de que el disco de ANGEL OLSEN es muy variado e incluso tiene momentos rockeros espléndidos, como el de la canción “Forgiven/Forgotten”.

Y la música: DAUGHTER

DAUGHTER, trío británico que publicó este 2013 su primer disco. No cuesta mucho asociarlos a los enigmáticos y casi indiscutibles THE XX pero tampoco al sonido de una rockera que ha virado al folk-pop raruno como la sinigual Pj Harvey o a deliciosas y personalisimas cantautoras de ese neo-folk que tanto nos entusiasma, y estamos pensando en Cat Power, Beth Orton o Julie Doiron, aunque quizá a algunos les recuerde el estilo de otra chica con banda, Bat for Lashes. El caso es que el primer disco de DAUGHTER, “If You Leave” sin sorprender a nadie ni aportar gran cosa a la evolución del pop (podríamos situar su propuesta entre el folk femenino y el post-rock de guitarras flotantes), e incluso a pesar de que peca de cierta homogeneidad en el conjunto de canciones, tiene dos virtudes estupendas: una, la atmósfera, el espacio sonoro que crea, muy atractivo y magnético, como de dulce y seductor sopor nihilista, tríste y melancólico pero a la vez hedonista y placentero, que mola mucho; y dos, que tiene dos o tres temas macanudos. Como este “Youth” que os dejamos en una maravillosa interpretación en directo, en la que lucen particularmente la voz de Elena Tonra y las ensoñaciones que crea la guitarra de Igor Haefeli. Apropiada, nos parece, la canción de DAUGHTER para afrontar este día tan feo en lo meteorológico que tendremos hoy. Menos mal que mañana es viernes…