Sábado 1 de julio, concierto de Iñigo Coppel

¡Y pensar que hay quien se quejaba la semana pasada del buen tiempo, del sol y el calor! ¿No se preguntan por qué a los días con nubes, lluvia, viento y frío (o fresco), es decir a los días como el que sufrimos hoy, se le llama en todo el mundo, y en todas las culturas nos atrevemos a decir, «mal tiempo» y que a los que son como los que la mayoría disfrutamos la semana pasada se les tilda de «buen tiempo»? Que sí, que hubo un par de días bochornosos con muy altas temperaturas que pueden agobiar a más de uno; pero puestos a elegir, para nosotros no hay calor, ejem, color; nos quedamos con el calorazo, con los días soleados, con la cervecita en la terraza a las diez de la noche con 26 grados, con la playa y con poca ropa a cuestas. Todo es más agradable, es así de sencillo.

Por otro lado, comentar que mañana, sábado primero de julio, toca en La Estación de Neguri a eso de las ocho y media de la tarde el prestigioso cantautor ÍÑIGO COPPEL, radicado desde hace años en Madrid y que nos visita casi cada vez que regresa por las tierras que le vieron nacer.
Para más interés de esta cita de mañana sábado, Coppel actuará acompañado de uno de los mejores guitarristas de la escena vasca, nuestro querido amigo Pit Flanagan, miembro destacado de los aclamados Fakeband y de grupos de versiones que recrean fenomenalmente la mejor música de los años 60-70. Lo dicho, mañana, IÑIGO COPPEL en tu local favorito de Getxo. A ver si contribuye un poco con sus canciones al regreso del buen tiempo.

Recibimos con los brazos abiertos esta nueva semana de la vida

Vale, es un lunes fastidión que al hecho de ser mismamente lunes añade esta bajada de temperaturas y este sirimiri que parece querer retrotraernos a nuestra juventud y hundirnos en la melancolía. Pero también es el inicio de una semana más viviendo la vida, disfrutando de este breve transitar por el tiempo que es seguir vivo, seguir despertando cada mañana para, con más o menos paciencia y diligencia, ir solucionando problemas cotidianos y atendiendo requerimientos de los asuntos prácticos del trabajo y de la casa.
Hemos tenido unos pocos minutos esta fresca mañana para intentar reflejar, en una foto recién sacada en nuestro jardincito, lo efímero, complejo y hermoso que es vivir, simplemente vivir. Seguimos aquí, cómo no, apreciando y disfrutando de cada momento de este regalo de los dioses, de este misterio insondable e inexplicable que es la vida. De esta incomparable sensación de dicha y felicidad de amar tanto y de sentirse amado y respetado.
banda sonora: de la joven cantautora neofolk WEYES BLOOD, una pieza maravilllosa, entre Enya y Angel Olsen (ubicación estética y sonora arriesgada, sí) para recibir con los brazos abiertos y con optimismo esta nueva semana a la que nos proponemos extraer buena parte de su jugo. Que no todo, no somos dioses ni gente ambiciosa: hay que dejar algo para los demás, ¿sí, o qué?