Homenaje a Lou Reed, expo de María Lezón y otras cuestiones.

MARTES, mal tiempo, nueva expo en La Estación desde el sábado, y superbanda para el viernes en el homenaje a Lou Reed

BUENO, PARECE QUE EL TIEMPO YA SE VA ACERCANDO a la idea de otoño que casi todos tenemos: temperaturas frescas, cielos nublados y lluvias frecuentes, paisaje abonado para ceder a la melancolía, al ánimo cansino y a la disposición rutinaria. Pero no, ni pensar.

La vida tiene muchos alicientes, y da respiro, nos genera ilusiones.

Sin ir más lejos, ayer ganó el ATHLETIC, en Getafe nada menos, y se ha colocado quinto. Olvidemos que salvo la tensión y concentración defensiva, el parcial resurgimiento del imprevisible Iturraspe y la sorpresa inaudita de ver a Iraizoz jugar bien e incluso parar un penalty, apenas hay nada que defender en el pasmosamente mediocre juego del equipo, carente de precisión tanto en el control como en el toque y en el pase, cecijunto y torpe en el contraataque y espeso como la salsa chunga de pil pil tanto a la hora de crear en el centro como a la de acercarse a la portería contraria. Pero estamos quintos tras jugar bien apenas en dos de los diez partidos ya cumplidos de Liga. Podríamos pensar que cuando empecemos a jugar bien, nos salimos de la tabla. Sí, mejor pensar eso que ser realistas y caer en la cuenta de que cuando dejemos detener tanta suerte volveremos a la posición que nos corresponde -por el juego que estamos realizando, inferior a lo que cabe exigir a esta plantilla- en la Liga, la zona templada, y nada más.

¿Otra? El sábado, inauguramos en La Estación UNA DE LAS EXPOSICIONES MÁS ESPERADAS de la temporada, la de la prestigiosa pintora getxotarra afincada ahora en Málaga pero residente en Canadá durante muchos años, MARÍA LEZÓN. Para mayor interés, se trata de un conjunto de obras creadas exprofeso, en exclusiva para esta exposición en la Estación, con un eje temático principal: Getxo y Neguri. Paisajes, recuerdos…, hemos visto ya algunos cuadros (en los que la artista lleva varios meses trabajando: un auténtico honor para nosotros) y son auténticamente deliciosos. Ecos del estilo naif, del surrealismo, de Matisse, Chagall, el expresionismo… en una obra llena de colorismo y poesía visual, en la que la mujer, así en general, es protagonista estelar, y en la que los paisajes (Puerto Viejo de Algorta, Jolaseta, iglesia del Carmen, de Neguri, playa de Ereaga…) se nos ofrecen llenos de vida y de carga simbólica . Seguiremos informando, permanezcan atentos a la pantalla estos próximos días.

¿Queréis más motivos para seguir confiando en que cada día tiene su afán, su interés?

Pues va. HEMOS ATADO YA DEFINITIVAMENTE CÓMO SERÁ EL EVENTO EN HOMENAJE AL RECIENTEMENTE FALLECIDO LOU REED ESTE PRÓXIMO VIERNES EN LA ESTACIÓN. Vamos a echar la casa por la ventana, y no puedes fallar, aunque no cantes ni toques una sola canción del genio de Brooklyn, que otros (muchos: habrá, tras el concierto, una jam session a la que hemos invitado a otros músicos y a buenos aficionados) lo harán por ti. Tenemos ya preparada una SUPERBANDA para el concierto (cuarteto con dos guitarras, bajo y batería), con docena y media de canciones de Lou Reed ya preparaditas, liderada por Luís Echevarria y con la presencia del extraordinario guitarrista Juan Gumuzio. Lo vamos a flipar. No podremos evitar algún leve ataque de pena por la muerte del amigo Lou y otro, este más cruento, je, de nostalgia por esa juventud que se nos fue hace décadas si bien la seguimos añorando, pero lo disfrutaremos como niños, porque la música consigue lo imposible.. y aquí pon lo que quieras, que no queremos comprometernos ni molestar.

Os dejamos con otro temazo imperecedero, «How do you think it feels» de la obra de LOU REED, en este caso del -más extraño a nivel compositivo y vocal pero excelente, y por ello muy reivindicable- disco «Berlin» que publicó en 1973:

Asuntos de actualidad en La Estación

Os queremos contar algunos asuntos de ACTUALIDAD DE LA ESTACIÓN. Dejaremos para otro día nuestra impresión sobre “CapitÁn Philips”, la peli del secuestro de un barco de EEUU por piratas SOMALÍES protagonizada (soberbiamente, en uno de los papeles de su vida, que ya es decir) por TOM HANKS. Ataditos a la butaca, de principio a fin, permanecimos durante toda la proyección, cuánta tensión y qué bien resuelta, narrativa y visualmente, por el inspirado director británico Paul Greengrass: hay que verla, por muy mainstream, “americanada” y políticamente correcta que resulte a nuestros ojos.

Los tres temas DE ACTUALIDAD DE TU LOCAL FAVORITO:

1) LOS VIERNES QUE CAEN FESTIVO, NADA MENOS QUE TRES EN POCAS SEMANAS, habrá CONCIERTO EN LA ESTACIÓN. Este viernes, 25 de octubre, es FESTIVO, se celebra el Día del Estatuto vasco; lo derogarán los nacionalistas el año que viene, pero este sigue siendo festivo. Ello no obstará para que tengamos, como todos los viernes del año, concierto en La Estación. Las buenas costumbres hay que mantenerlas, ¿no? Otro tanto ocurrirá, habrá música en vivo en tu local favorito de Getxo, los viernes 1 de noviembre (Todos los Santos) y 6 de diciembre (Día de la Constitución). Idlo apuntando en vuestras agendas. Os informaremos sobre el concierto del viernes próximo, 25 octubre, a lo largo de esta semana.

2) EL SÁBADO 26 de octubre, a eso de las nueve de las noche, ESPECTÁCULO ESPECIAL (música en vivo, y poemas recitados) en LA ESTACIÓNDE NEGURI (más info, mañana o pasado, en este muro de F.), con BOB DYLAN, las LETRAS de sus CANCIONES y EL EUSKERA como protagonistas. Junto a la actuación en nuestro escenario de un reconocido artista vasco y dylaniano de pro, IKER DÍAZ, de quien os hablaremos con detalle también en pocos días.

3) NUEVA EXPOSICIÓN EN LA ESTACIÓN: MARÍA LEZÓN, afamada pintora vasca afincada actualmente en Málaga y residente durante varios años en Canadá, inaugurará al caer la tarde del segundo día de noviembre –es sábado- en La Estación de Neguri su exposición de cuadros (óleos, pequeño y mediano formato) creados este último año, ex profeso para esta muestra y con Getxo y Neguri como tema central.

PARA despedirnos, os proponemos “Adolescence” canción nueva de PREFAB SPROUT incluida en su décimo disco, “Crimson/Red”, salido al mercado hace solo un par de semanas. PREFAB SPROUT, lo sabéis la mayoría de vosotros, es un grupo británico que triunfó en los años 80, si bien lo hizo más entre la crítica especializada y el público medianamente avezado que en plan superventas. Facturaban, y siguen en la brecha, un pop-rock sofisticado muy original, aunque asequible y disfrutable por cualquier aficionado. Su disco mítico y obra maestra del pop de todos los tiempos, “Steve MQueen” (en EEUU tuvieron que cambiar el título del disco, por una demanda del actor; fue como una premonición: nunca llegaron a triunfar al otro lado del charco), se publicó en 1985 y somos legión quienes profesamos inmutable cariño a esta grabación y en general, a la banda y a su emblemático líder, de voz inconfundible. Porque, en realidad, tras PREFAB SPROUT, cuyas antiguas canciones siguen sonando vigentes y encantadoras varias décadas después de su creación (lo comprobamos en nuestro bar, casi cada día), se refugiaba su inefable factótum Paddy McAloon, genio del pop, tanto por sus melodías y ritmos como por sus letras, y personaje extraño donde los haya (la pinta que tiene actualmente, con su melena, larga barba y traje, del todo blancos, con los 56 años que lleva a cuestas, es de llamar la atención), aunque quizá le vaya mejor el calificativo de enigmático. Este nuevo disco, que le ha llevado año y medio componer y arreglar, lo podía haber firmado con su propio nombre, pues en “Crimson/Red” Paddy McAloon toca todos los instrumentos e interpreta cada una de las canciones; es un hacha el tío. A finales de los 90, Paddy sufrió un complejo problema de salud que le afectó a la vista y los oídos e hizo (y no tanto, como se pensó en su momento, sus desavenencias con la industria de la música y su escaso apego a subirse a los escenarios para tocar en directo,) que la banda abandonara tanto grabaciones y conciertos. Este disco supone el (feliz: se trata de una obra más que notable) regreso de PREFAB SPROUT con nuevas canciones tras doce años de sequía, ya que “The Gunman and Other Stories”se editó en 2001. Escuchemos “Adolescence”, de lo nuevo de PREFAB SPROUT, un precioso regalo que nos hace el otoño, que no todo va a ser melancolía, viento e inestabilidad atmosférica.

Octubre: cartelera de cine, llena de reclamos

05/10/2013
Ayer volvimos al CINE, que la programación está repletita de reclamos y hay que aprovechar. Nos armamos de valor y apostamos por -lo sabíamos antes de ir- la triste y algo masoca «LA HERIDA», dos veces premiada en el Zinemadia de este año. Sorprendente debú en la dirección del hasta ahora montador de cine Ricardo Franco y con la semidesconocida MARIAN ALVAREZ de absoluta protagonista. Dará mucho que hablar, y nos tememos que las opiniones -más allá de los topicazos de «yo no voy al cine a pasármelo mal, por buena que sea la peli, lo que quiero es distraerme y disfrutar»- serán muy encontradas, y que abundarán las negativas, lo que entendemos muy comprensible, vaya por adelantado. Marian Álvarez es una joven actriz que hace con Ana el papel de su vida, creando con solvencia y apabullante dominio de sus inagotables recursos técnicos (la gestualidad, por ejemplo, la clava en cada situación -y son muchas y muy distintas- y es imprescindible que así sea porque la mitad de los encuadres de la peli son primeros planos de su rostro; o la manera de moverse en la calle y en casa, ajustada a su estado emocional y físico; y el modo de mirar a la gente y a las cosas, sobran palabras, esto es cine de verdad, un lujoso despliegue del mejor tratado de calidad interpretativa) un personaje al que prevemos muy complicado dotar de consistencia, de la profundidad sicológica requerida y a la vez de verosimilitud: Es una -atractiva, pero sin pasarse- chica de 26 años, conductora de ambulancias y sin mayores problemas en el curre, pero muy introvertida y con un serio problema de salud mental cuya existencia y/o gravedad, parece desconocer aunque toma algunas pastillas (trastorno límite de la personalidad, bipolaridad, en fin…), con hábitos poco saludables en materia de consumo de productos tóxicos cuando se trata de desinhibirse, y un clamoroso (y muy frustrante para ella) déficit de competencias y habilidades para comunicarse con la gente de su entorno. Cinema verité, casi un documental, podríamos decir, pero nos estaríamos quedando a medias. Porque es más que eso, se trata de una peli casi redonda, que lo tiene todo y que nos aburrió un solo minuto. Una trama original, contada con claridad y ribeteada de detalles de gran cineasta que nos desvelaremos, unos diálogos sintéticos y directos en los que cuesta encontrar una coma prescindible, un muy democrático espacio narrativo habilitado para el que espectador complete ciertos huecos (dejados a posta por el director, estamos seguros), una forma de rodar (muchas veces solo vemos la espalda de la prota; en realidad, la acompañamos en sus caóticos y penosos movimientos, en sus erróneas decisiones) precisa y adecuada a lo que se cuenta en cada momento, un uso magistral de los silencios (apenas hay música, pero cuando surge está llena de sentido) y las elipsis (qué cuento, qué te oculto, cómo engarzo esas escenas en que después de tres minutos de tiempo real en pantalla han trascurrido seis meses) y el modo de informarnos de ellas, unos textos prodigiosos que adquieren significado conforme avanza el film, unos personajes secundarios trazados al milímetro y de los que apenas sabremos nada, solo lo que nos ha quiero contar Franco, lo que ha entendido necesario, y que, siendo como es una gran peli, es justo lo que procedía explicar de ellos. Como su ex-novio Álex, todo un lujo el concepto de personaje y el momento (últimos cinco minutos de la peli) y modo en que aparece.

Es «la herida» una peli nada fácil de ver, que desaconsejamos a quienes no gusten del cine realista y descarnado que cuenta verdades como puños, de las historias que te incomodan por su crudeza y a veces te hacen incluso sentirte mal porque golpean donde duele, y también para quienes detesten los documentales de interés social, o las tramas muy psicológicas «en las que apenas pasa nada» y tal. Avisados quedan ustedes, que probablemente presumimos son muchos. Para el resto de aficionados a la sala oscura, vaya lo que sigue:

«La herida» nos pareció una película prodigiosa, de las que elevan y reivindican el concepto «cine español de autor», no solo de comedietas incluso de las buenas y tal, sino el que pasa a las enciclopedias, el que aborda temas trascendentales, el que te hace crecer como persona y como espectador. Muy dura en su contenido, austera en su realización y no tanto en el montaje (por algo el director fue montador, se nota), minimalista en su desarrollo y puesta en escena, espartana en medios, muy bien narrada y que impresiona por su concisión, precisión e intensidad desde el inicio hasta el final del metraje, y sobre todo -además de la inolvidable interpretación de Marian Álvarez- por las toneladas de verdad que muestra sin tapujos ni subterfugios (padres que se desentienden de sus hijos más que nada porque fracasan estrepitosamente sus propias vidas, la enfermedad mental como discapacidad objetiva pero también como paso adelante hacia la marginalidad, la atacante frivolidad/superficialidad en las relaciones humanas, la sensación de culpa que inevitablemente nos amarga la vida, lo difícil de rehacer una vida en la que los errores los cometimos nosotros e hicimos daño a personas queridas, cómo te fallan a veces los «amigos de toda la vida») y también, hay que decirlo, porque el autor sabe dar cierre a este cúmulo de situaciones dolorosas de una forma que solo podemos calificar de virtuosa en su última escena, que al igual que otras muchas, resuelve con una originalidad (dejando en el aire una probabilidad de que la prota comience una nueva vida sin tantas frustraciones y tanto dolor) y una maestría impropia de un debutante. Si esta peli hubiera ido a Cannes, vuelve con premio grande, seguro. Quizá no sea muy adecuada para verla un sábado noche tras tomar aperitivos en los concurridos y alegres bares de Indautxu, pero en todo no se puede acertar.

Probad, si queréis. Hay algo por lo que, desde luego, merece la pena: la actuación de Marian Álvarez, que la catapulta absolutamente a lo más alto de su profesión. Anteayer, os lo dijimos, vimos la de Sandra Bullock en «Gravity»; pues bien, si a su trabajo con justicia se le puede poner un 8, al de Marian Álvarez en «la Herida» le corresponde un 9,75. Palabras mayores, inolvidable, en serio.

La música, vamos con ella. Queremos empezar con buen pie este domingo, y lo haremos con ritmo, con el funkie/pop que propone JANNELLE MONAE en su segundo y estupendo disco «The Electric Laidy». En esta canción, «Queen», la acompaña otra diosa negra del momento, Erykah Badu.

Las pelis que vimos en el Zinemaldi, y otras cosas.

YA ES JUEVES, y apenas hemos podido contaros nada esta semana (el martes sufrimos la bajona del pésimo partido, y consiguiente derrota del ATHLETIC el lunes frente al Granada; insistimos: el equipo está aún muy pero que muy verde), porque estamos muy ocupados. El tiempo ha estado muy bien estos días, y la Estación muy animada, sobre todo la terraza.

Nos dio tiempo el finde para disfrutar del último tramo del ZINEMALDIA donostiarra y, en realidad, gozamos más de la ciudad y de sus indudables encantos (la playa, el paseo hasta Urgull, las tiendas, el Museo San Telmo y sus tres exposiciones, los baretos y pintxos, esos desayunos flipantes en las cafeterías puertas…) y de la maravillosa compañía que las anfitrionas de unas películas bien sin más. Vimos tres: la mordaz e interesante pero reiterativa a partir de la mitad del metraje «Quai D´Orsay» del veterano y casi siempre fiable Bertrand Tavernier; una socarrona comedia francesa más que visible, «9 mois ferme», y la superproducción británica «The Railway Man», inoportunamente ampulosa y efectista para una obra basada en una trágica historia real de reconciliación que exigía más profundización en los personajes -no del todo bien interpretados por actores tan consagrados como Colin Firth y Nicole Kidman-, pero en absoluto tan fallida como hemos leído por ahí a algún crítico en plan estupendo. Nos resultaron, las tres, muy agradables y sencillas de ver, pero son de esas que puedes pillar cualquier día en las salas de cine comerciales y que sabes no dejarán huella ni recuerdo; a diferencia de otras ediciones del festi que hemos visto, en la que al menos una o dos de las que veíamos eran rarunas, muy arriesgadas o experimentales y te llamaban la atención, por lo que fuera, si bien a menudo era porque se trataba de unos tostones de mucho cuidado.
Más que nada, nos hemos puesto al teclado para deciros que mañana VIERNES, como siempre este día de la semana que abre el finde, hay CONCIERTO EN LA ESTACIÓN. Vienen CATARSIS, grupo de reciente creación formado por tres universitarios de entre 18 y 19 años que llevan muchos años ensayando y perfeccionando sus prestaciones en directo: Javier Viaña, Guillermo Ibarrondo y Guillermo Marban. Prometen un animado concierto de pop-rock acústico, fundamentalmente a base de guitarras y voces, con versiones de temazos de Dire Straits, Oasis, Bob Dylan, Jake Bugg, Pereza y El Último de la Fila, entre otros grupos y artistas. Además, muy importante, harán su propio repertorio, con varias canciones compuestas por ellos mismos, cosa que -lo hemos dicho muchas veces- nos encanta, y en este caso, siendo ellos tan jóvenes, además nos sorprende mucho.

Os dejamos con una de las canciones que -siempre les preguntamos al respecto a los artistas que nos visitan- tocarán mañana CATARSIS EN LA ESTACIÓN DE NEGURI a partir de las 20:45 hs. Se trata de «Wonderwall», emblemática canción (83 millones de reproducciones en youtube tiene este video) de los británicos y ya separados OASIS, que tanto sonaron hace una década.