La novela «Vernon Subutex» de Virginie Despentes

Enganchados a la serie «THE AFFAIR» (terminando la tercera y última temporada de este adictivo y sensual drama familiar psico-socio-romántico), disfrutando aún de las incómodas reflexiones que propicia y alimenta (eso es lo mejor, que da un punto de vista) la lucidísima, más cruda e incluso escatológica que hiperrealista o supercrítica, porno en el buen sentido si es que lo tiene, punkie, posfeminista y, antes de nada, implacable novela (no deja bien a nadie, ni siquiera al lector) «VERNON SUBUTEX», de la escritora francesa Virginie Despentes, una autora de nuestra edad cuya lectura no recomendarías a tus hijos pero te gustaría que la leyeran, siempre que no hagan después muchas preguntas, inevitablemente incómodas, eso sí.
Con «Vernon Subutex» (al parecer, primera entrega de una trilogia: nos frotamos las manos) estamos ante un descreído y malhumorado -pero humano, sincero, sensato y muy sensible- manifiesto sobre la resaca de los alocados e irreflexivos años 80, vividos desde dentro del ciclón hedonista, y ante la más ácida visión de la crisis existencial de los 50 que recordemos, y ante la plasmación -sin filtro compasivo o decolorante hipócrita/interesado alguno- del desnorte, la inoperancia y la parálisis intelectual y económica de las hasta hace poco prósperas y casi modélicas sociedades europeas… todo ello narrado, por no decir vomitado, impulsivamente, casi con rencor hacia todo y todos y, desde luego, sin vaselina ni ponderación relativizadora que haga más amable el relato, por la pujante VIRGINIE DESPENTES (se ha convertido en la gran estrella de la literatura gala menos convencional), mujer malherida e incluso quizá resentida (una vida muy complicada y cambiante la suya: sabe de lo que habla, y se nota) y quirúrgica (dispara a todos lados, haciendo puntería por supuesto, y no cree ni en Dios la tía), que mata sus demonios interiores y repasa sus recuerdos haciéndonos disfrutar de una prosa arrebatadora que propone incontables temas de discusión pública muy actuales (feminismo, inmigración, ascensión de la extrema derecha, problemática LGTB como se dice ahora, la prostituciòn y el porno como modo de vida, la crisis del Estado de Bienestar…) y reflexión personal. Novelón con todas las letras, que para más atractivo elige como contexto un ambiente y unas vidas muy vinculadas al rock, marginación vs elitismo, y a la escena alternativa.

Vamos incorporándonos a LA VIDA CORRIENTE tras las vacaciones en el Sur de la vida (je). Esto es, cerrar las raquíticas pero esperanzadoras cuentas del primer trimestre, poner la denuncia por intento (fallido) de robo anteayer de nuestro local, atender al negocio y a la casa de uno, y, por supuesto, cositas más agradables como la de informarte de que ya hemos montado en La Estación de Neguri nuestra nueva exposición, «Arrantzaleak» de José Fernández Morán, a la que estás más que invitado/a. Inauguramos esta tarde/noche de miércoles, avisado/a quedas.
O como la de felicitarnos por tener en nuestro email la entrada del -por momento- único concierto en España de la gira del crack cantautoril más fascinante e imprevisible SUN KIL MOON, o Mark Kozelek, como prefieras. Fecha y lugar de la esperadísima cita: 23 noviembre, Madrid, Teatro Lara (quedan pocas entradas de las de cerca del escenario),
o la de escrutar el horizonte de conciertos que echarnos lo antes posible a los oídos (lo más estelar: el ecléctico, vitaminado y señorial power-pop de ERIK VOEKS en el Colegio de Abogados, el jueves 27 de abril) o la de valorar si merece la pena llegarse (llevamos años siguiendo la pista a este evento, porsierto, y no solo por los estupendos carteles que monta, el entorno debe ser flipante) hasta el VIDA FESTIVAL en Vilanova i la Geltru (Barcelona) a primeros de julio para ver en su jornada del viernes (además de a Flaming Lips y Devendra Banhart, je) a los chicos de REAL ESTATE que llevan, desde 2009 ya, cuatro discos envolviéndonos en la dicha con sus guitarras flotantes y esa suave voz, tan almohadillada, de Matt Mondanile. Y es que con su nuevo disco, «In mind», la elegantísima banda de New Jersey (eeuu), REAL ESTATE la ha vuelto a liar. Grandes. La muestra, «Darling»: