Gregory Porter y Neil Halstead en Bilbao

13/03/2014
Este buen tiempo insufla optimismo y buen rollo (lo pudimos apreciar ayer, a la gente se la veía más contenta ayer en La Estación) tras el lío de organizaciones que, en lo meteorológico, llevábamos sufriendo las últimas semanas: viento, lluvias, frío, temporales con olas como rascacielos, playas y litorales urbanos mordidos por el mar…, en fin, disfrutemos mientras dure.

COMO DISFRUTAMOS AYER CON NUESTRO arrebatador DOBLE PROGRAMA de MÚSICA EN DIRECTO EN BILBAO, y es que, se siente, cuando todo cuando nada. Llevábamos ya tiempo (léase unas pocas semanas, tampoco exageremos) sin movernos a Bilbao a ver uno de esos conciertos que te dejan huella, quizá porque somos, como aficionados, cada vez más exigentes con la musica en vivo… cuando, no te fa, va y coinciden dos citas perfectas, en la práctica ineludibles, el mismo día, y casi a la misma hora.
Una, GREGORY PORTER, californiano, en torno a los cuarenta años y con más de 100 kilos de peso, tocado con gorro negro con orejeras (sí, rarito el complemento, sí), más que probablemente uno de los mejores cantantes en la onda (tradicional) del jazz, soul, blues, gospel… del mundo y, sin duda, el más de actualidad en este momento (acaba de ganar el Grammy al mejor álbum de jazz vocal). Venía a Bilbao, en una fecha más de su gira europea, a presentar su tercer disco, 100% recomendable, «Liquid spirit». Esto lo hemos leído en la Red y lo compartimos: «GREGORY PORTER es la voz que ha revolucionado el firmamento jazzístico en los últimos años». Actuó ayer, escoltado impecablemente por cuatro músicos (piano, contrabajo acústico, saxo alto y batería) en un teatro Campos repleto que había agotado localidades hace varios días (pagamos 6 euros la entrada, mientras que, por ejemplo, en Barcelona costaban 30 euros). Sensacional concierto, con un público maravillado por la belleza y sutileza del timbre del (simpático y animado) barítono de San Diego y por el amplio registro de su voz, preciosa, profunda y con mucho color, que funcionaba a la perfección en todos los estilos que iba abordando con una pericia absoluta, en todas las tesituras vocales y con cualquier clase de ritmo, ya fueran lentas baladas, ya animadas canciones de soul rozando lo funkie. Nos quedamos con dos temas que interpretó GREGORY PORTER: una, solo con el piano («Wolfcry», os la ponemos en el vídeo de hoy) y la otra con el bajista. Nos sobraron, como casi siempre, tanto los interminables solos como algunos arreglos edulcorados y desgastados pro el uso del (por otra parte, estupendo) saxofonista, pero el concierto fue redondo, casi magistral. Y es que a Gregory Porter es uno de esos cantantes que hay que ver sí o sí, si te gusta la cosita esta de las canciones. «Gregory Porter, con su voz de barítono y su rotunda presencia escénica, combina la sensibilidad de Nat King Cole, la profundidad de Joe Williams y el soul de Donny Hathaway para cultivar una visión abierta y elegante del jazz, plena de autenticidad, que incluye elementos del soul, el blues, el rhythm and blues y el gospel» escriben en una web especializada, y efectivamente escucharle te recuerda a grandes de siempre como Sinatra o NK Cole, pero (como su registro vocal es tan amplio y nuestra imaginación tan grande…) también nos remitía, por momentos, a ídolos nuestros de hoy como Ray Lamontagne, Bill Callahan o Joe Henry.Si no estuviste ayer en el Campos, te lo contarán: vimos muchas caras conocidas, amigos y clientes de La Estación. Un concierto inolvidable, no deberías habértelo perdido. La culpa es nuestra, no tuvimos tiempo, ni reflejos, de avisarte con suficiente antelación. No volverá a ocurrir.

Y una vez terminado el set de Gregory Porter, aclamado por un público entregado a su sublime forma de cantar y de producirse sobre el escenario (es un tipo de esos que, por sus gestos, sus comentarios, sus movimientos corporales…. caen bien al aficionado desde el minuto uno), paramos un ratito en el Gaico´s a tomar un refresco de “entreacto”, y nos fuimos casi corriendo al siguiente concierto.

La cita era en el Antzoki, y el protagonista, NEIL HALSTEAD, cantante de folk-rock británico no muy conocido por aquí, pero que seguro has escuchado en La Estación de Neguri alguna vez, porque somos casi fans. Nunca habíamos visto en Bilbao a quien fuera líder de los «shoegaze» con toque ambient SLOWDIVE y los ya más folk-country-pop ensimismado y melódico MOJAVE 3 (a estos los escuchamos mucho en su momento, nos encantaban sus discos -grabaron hasta cinco entre 1996 y 2006- sobre todo dos: «Ask Me Tomorrow» y «Excuses for Traveller»). Si el otro día hablábamos de Gram Parsons, en esta época Neil Halstead no le andaba lejos musicalmente. Tras liderar estas dos bandas, ambas de culto en los 90 y 00, el bueno de Neil se vuelca definitivamente hacia los discos con su propio nombre, en solitario se suele decir pero ya se sabe que esto nunca es exacto; lleva ya tres editados como Neil Halstead, y aparentemente son sencillos en estilo, producción y composición pero a nada que te dejas enredar en ellos, devienen maravillosos, casi como mántricos. Ha saltado del estilo americana al folk british, y lo ha hecho con tanto acierto que su music actual nos remite a los prematuramente difuntos Nick Drake, John Martin y Bert Jansch (los dos últimos, por cierto, se fueron hace bien poco); y estos tres artistas son palabras descomunales cuando hablamos de folk británico, y de cantar maravillosamente canciones maravillosamente compuestas, si hablamos en general. Pues la cita de ayer era original a más no poder, porque NEIL HALSTEAD, acompañado por una banda muy competente (cuatro músicos: guitarra, bajo, batería y teclas) iba a interpretar al completo “The Velvet Underground & Nico” (1967), obra imprescindible y seminal de la historia del rock y del pop. «De “The Velvet Underground & Nico” poco podemos añadir que no se haya dicho. Es el disco del plátano, ya saben. Seguramente, el álbum rockero de debut más trascendental, puede que también el más imitado, por aquello de que todo el que lo compró montó una banda, etc. Preciosista, experimental, dulce, perverso. Con mucho rock’n’roll. Lou Reed y su ambición literaria, John Cale y su filia por la disonancia, Nico y su enigma», leemos en el programa del concierto, y como está bien escrito, lo ponemos.
Bien, pues el concierto del Antzoki tuvo dos partes. La de las versiones de la Velvet fue perfecta, sonó dpm y nos encantó.
Pero la que quedará para siempre grabada en nuestra memoria vino después, duró unos doce minutos y era lo que más anhelábamos aunque no sabíamos siquiera si se iba a producir. La protagonizó el propio NEIL HALSTEAD, SOLO CON SU GUITARRA ELECTRICA Y SUS PEDALES, interpretando dos temas («Digging Shelters» y «Bad Drugs And Minor Chords», las dos primeras, si no nos equivocamos) de su último y fenomenal disco, «Palindrome Hunches» (2012) y resultó mágica, hipnótica, casi un trance. Por cómo cantó y por cómo tocó la guitarra, que no en vano es un consumado especialista con su instrumento, y estuvo inspiradísimo creando con ellas ambientes que oscilaban entre el jazz, el folk y el post-rock ambient. Un detalle revelador: estaba esa noche el Antzoki lleno de rockeros veteranos y de fans del pop oscuro y guitarrero que siguen emocionándose con el histórico e inagotable disco del plátano, pero tras finalizar el set de las versiones de la Velvet y mientras NEIL HALSTEAD tocó las dos canciones, el silencio fue sepulcral y no se movió ni la cortina; no se oía ni el servir de los vasos junto al tintinear de los hielos, cosa rara en este local; parecía que estábamos en misa tras la comunión y recogiditos en nosotros mismos. Y no es cosa rara, esta es nuestra religión. ¡Qué miércoles, amigos y amigas! Adoramos la música en directo. Por eso la programamos en la Estación cada viernes.

Mañana, viernes 14 de marzo, tenemos en concierto acústico a DANI MERINO, conocido cantautor getxotarra muy en la onda del folf-rock americano, y por cierto, nada alejado de la fase country-pop de Neil Halstead. Te esperamos.
Os dejamos con «Wolfcry», la canción de GREGORY PORTER que más nos flipó ayer noche en el Campos bilbaíno. La cantó, primorosamente acompañado por su pianista, como si fuera un ángel aterrizado en el teatro con la misión divina de embellecer ese momento y hacernos felices a los asistentes.

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Novedades en el próximo BBK Live

BBK LIVE 2014, NOVEDADES, las valoramos y tal. Aunque los medios de comunicación hayan destacado la terna que componen John Newman, Foster the People y Vetusta Morla, nosotros nos quedamos con dos nombres que suman mucho atractivo a esta edición del BBK LIVE, ambos de cantautores con banda. El de más relumbrón es CONOR OBERST, genuina joya del folk-rock americano que prometía al muy precoz (tenía solo 18 años) comienzo de su carrera como líder absoluto de la banda Bright Eyes, con la que grabó más de una decena de discos, quizá más de lo que ha acabado dando hasta el momento, pero que ha grabado en su trayectoria en solitario y ya en proyectos firmados con su nombre propio hasta tres discos, todos más que estimables, de folk-rock más sencillo y menos eléctrico que con su anterior banda. Este trabajador incontinente de la music comenzó muy joven a componer canciones y grabar discos, y también –quizá desmasiado- pronto le llegó el reconocimiento de crítica y público. El nuevo Dylan le llamaban a primeros de 2000, y llegó a ser una estrella del indie-rock con su aclamado grupo Bright Eyes, con el que se movió sin prejuicios entre el folk cantautoril, el country-rock y el pop electrónico (un disco que no nos gustó mucho, y que creó su polémica), ahí es nada. Vimos a Bright Eyes triunfar un par de veces en festivales de relumbrón), pero este artista, que solo tiene 34 años aunque sea ya todo un veterano de la escena, es un tipo difícil de ver sobre un escenario, y es que se prodiga muy poco en conciertos, al menos en Europa. Se nos olvidaba: por si no fuera suficiente (unos quince discos publicados con sus dos principales proyectos, y sin haber cumplido siquiera los 35 años), Conor Oberts grabó en 2009 un disco como miembro de un combo -hasta la fecha- ocasional pero de primera fila, de nombre Monsters of Folk y nada menos que con la compañía de M. Ward y Jim James, de My Morning Jacket. De ahí que el set de CONOR OBERST puede ser uno de los grandes momentos del festival. Además, viene disco nuevo bajo el brazo (lo publicará a finales de mayo) , y el anterior, “One my kind”, que data de 2012 está bastante bien y tengamos en cuenta que este Oberst tiene repertorio de sobra (sobre todo, si tira de sus temazos en la etapa como Bright Eyes) como para componer un buen show. Ah, canta y toca la guitarra como Dios, como es natural.

El otro gran nombre que destacamos de las incorporaciones al BBK Live es el también treintañero, pero inglés, FRANK TURNER, típico cantautor como de segunda fila y carente del carisma de los grandes (y es que tiene, en verdad, pocos rasgos distintivos) pero que no para de hacer buenos discos, como el último, de este pasado 2013, de título “Tape Deck Heart”, tono animado y extravertido, y tempos más rápidos e instrumentación más rica en su canciones que en otros discos suyos y que, con sus composiciones que se mueven entre el folk con carácter, el soul y el pop-rock has podido escuchar en La Estación con frecuencia, de tanto que nos gusta. Un Bruce Springsteen menos enfático y de voz más fina (y muy bonita) y que se rinde, solo de vez en cuando pero sin disimulo ni recato, al pop lindante con lo comercial. Concierto este que conviene no perderse si gustáis de la diversión musical, avisamos para quienes acudáis al festi más bilbaíno del mundo.
Vale, el cartel del BBK LIVE 2014 está quedando molón. Hay –como es de rigor- grandes figuras en decadencia, como Franz Ferdinand y Jack Johnson, otras que atraviesan un buen momento, como Black Keys; y varias bandas del indie-pop-rock más energético y atractivo, como Phoenix o MGMT, e incluso joyas semiocultas como los alt-country canadienses Elliot Brood, pero SIGUE FALTANDO ALGO, un gran nombre que mueva al gentío a un lugar tan inhospito e incómodo como Kobetamendi. Por si no se les ocurre a los organizadores, a quienes siempre «reprocharemos» que no puedes incluir en la misma edición a dos bandas míticas y galácticas como The Cure y Radiohead, porque jamás podrás superarla (bueno, si se reúnen de nuevo Talking Heads y The Smiths, y los traes a la vez, podrías competir en magnetismo y efecto llamada con la inolvidable edición de 2012, ¿no?), les sugerimos un nombre: el californiano BECK, estrella mundial tan respetada como respetable y que acaba de publicar, seis años después de ‘Modern Guilt’, un nuevo álbum, ‘Morning Phase’, que, tras las primeras escuchas, tiene pintón. Sería un puntazo de los buenos tener a Beck en Bilbao. Le hemos visto varias veces en directo, y nunca nos ha fallado. Os dejamos con “Blue moon”, una de las que más nos gustan de este estupendo nuevo disco de BECK.

Festival BIME: Un presente lleno de futuro

Del festival BIME de música independiente celebrado este finde en el BEC de Barakaldo está casi todo dicho en los medios de comunicación. Estuvimos solo uno de los días, el viernes 22, y lo que más nos gustó fue JOHN GRANT. De lejos, fue el mejor concierto del día, un 9 sobre 10, que lo tuvo todo: intensidad, increíble y potente sonido, tramos bailables, la enorme y emocionante voz del artista que nos recordaba a veces a un Rufus W. pero más seriote, una poderosa banda de seis miembros que lo hizo todo bien, y unas canciones impresionantes recogidas en dos álbumes casi redondos, los dos únicos grabados por John Grant -en solitario- hasta el momento. Comenzamos la jornada con el elegante rock guitarrero del portugués DAVID FONSECA y destacamos también el encanto del sutil neo-pop del londinense PATRICK WOLF, más un par de canciones del meloso PASEENGER y algunos momentos (no nos dio para más, había muchos conciertos que ver) del set de unos entonados MCENROE a los que faltó el volumen que a la mayoría de bandas le sobró. Sin olvidar la performance de RICH AUCOIN, divertida y original a más no poder, basada en eslóganes redondos, estribillos contagiosos y videos desternillantes y críticos con la crisis, el mundo del arte y el estado de las cosas en general, y con el artista bailando entre el público micrófono en mano cada dos por tres. Ni Manic Street Preachers ni (importante decepción) Yuck nos dijeron gran cosa.

Nos gustó (una vez más) el modo de ver estos temas de Javier Corral (a) Jerry, factotum del excelente programa de radio «33 revoluciones» (de 3 a 5 de la tarde en Radio Popular de Bilbao, 92.2 de la FM). Lo leímos anteayer en su muro de facebook:

«BIME es, desde ya, la guinda de los grandes festivales musicales vascos (Azkena, Jazzaldia, BBK Live, etc). Su carácter didáctico se ha reflejado tanto en su parte teórica (conferencias, talleres, etc), como en su vertiente práctica de conciertos, centrada en el pop y el rock contemporáneos, a base de clásicos modernos (tipo Mercury Rev, Mark Lanegan, The Wedding Present, Gossip, Solea Morente y Evangelistas o Manic Street Preachers) y lo que aún es mejor, artistas en crecimiento, en su ebullición creativa (John Grant, These New Puritans, Yuch, Excitements, The Courteeners,…). A lo que habría que sumar una muy apropiada y elegida representación local (Anari, Belako, Jupiter Jon, McEnroe, Wilhelm & The Dancing Animals, Irnoren Ero Ni, etc.).
Y este cartel exquisito (lástima las caídas a última hora de Everything Everything y Luke Temple) se ha visto acompañado de una excelente organización con buenos escenarios, sonido impecable y el lujo absoluto de un anfiteatro (stage 4) con todo el público atento, sentado (y descansado) para las propuestas más acústicas y/o introvertidas. Qué delicia! Una única pega: no hay derecho que se solapen actuaciones tan grandiosas como el dream pop panóramico de Mercury Rev con el sexteto acústico de Mark Lanegan, o John Grant con Jay Jay Johanson… porque elijas lo que elijas siempre sales perdiendo algo importante. Esta primera edición del BIME nos ha hecho vivir unos cuantos momentos gloriosos que no olvidaremos. BIME es el presente y por eso está lleno de FUTURO. Nacer le convierte en necesario.»