Otra vez un lunes normal

OTRA VEZ UN LUNES NORMAL, tras una semana que nos ha descolocado a todos.
Una semana con más días festivos que días laborables en los NOS HEMOS SENTIDO:

TIMADOS y dolorosamente DEFRAUDADOS por el padre de la niña enferma que, tras pasearla exhibiéndola por los platós de TV haciendo alarde de su pena, se quedó -para comprar relojes de lujo y en este plan- con los donativos de la gente que quería ayudar a que la niña pudiera costearse los gastos de su caro y complejo tratamiento. Confiemos en que esta villanía aislada y extraordinaria no dé razones a quienes hacen de lo inusual teoría y acabe desanimando a la gente a ayudar a quienes más lo necesitan, aquí y allá.

ACOJONADOS POR LO QUE SE NOS VIENE ENCIMA: DONALD TRUMP VA EN SERIO, y da miedo. No es simplemente un fantoche, un excéntrico infantiloide, estúpido, hortera y paranoico que llegó a presidente para cumplir un sueño egomaníaco de quien ya no sabe qué reto plantearse para seguir sobreeexcitado y sentirse el único y el mejor en todo; ni siquiera es solo un empresario carca y explotador que no cree en nada que suponga avance humano o igualdad y que se ríe de todo, tampoco, porque hay más. Trump es un retrógrado en toda regla, un iletrado de libro que aspira a crear un mundo a su delirante medida, simplificarlo todo como un niño dictador y caprichoso, al que además le coincide para poner en marcha su trastornada visión precisamente el mundo más complejo e interconectado que jamás haya existido. Y lo decimos porque para lograr sus objetivos, equiparables al ultraliberalismo más cerril, insolidario, antiecológico e inhumano, ha comenzado a cimentar su gobierno recurriendo a una cuadrilla de impresentables, mala roña, expresión de épocas y acontecimientos deleznables que todo el mundo prefiere olvidar, a los que no pocos republicanos de toda la vida miraban de reojo cuando no desdeñaban en púbico con indisimulado desprecio. El que no es un general belicista, intervencionista y ultraderechista, (en este caso, el que regirá las cosas de la economía) es un empresario famoso por pagar sueldos de miseria, ignorar las leyes más elementales de la ciencia económica y menospreciar los derechos de sus trabajadores. O el sujeto que va a drigir la Agencia de Medioambiente, que era quien con más fervor la combatía en la era Obama: niega este individuo el cambio climático y, qué casualidad, está directa y públicamente vinculado a lobbies de empresas del sector energético más contaminante; o un/a antiabortista, homófobo y ultracatólico/a cuyo sueño húmedo es acabar con el frágil e incompleto sistema sanitario semipúblico que pretendía montar Obama para al menos dar cierta asistencia y cobertura sanitaria a los más pobres; A esto sumamos otro perfil, el de la comunidad ultraconservadora en lo moral y social, integrista religiosa y creacionista (a estas alturas, sí, hay quien sigue defendiendo -y además, que es lo peor, pretende que se enseñe en las escuelas-, que el mundo lo creó de la nada un Dios). En suma, que el círculo más estrecho de colaboradores de Trump -sus ministros, por decirlo de algún modo- está compuesto por una caterva de personalidades destacadas del Imperio del Mal, que si se cumplen las previsiones harán todo lo posible por frenar ese ineludile y esperanzador, además de justo y necesario, camino que las grandes potencias habrían de trazar hacia un sistema económico y, en general, una sociedad compasivos con el medio ambiente, comprometidos con proteger a los desfavorecidos y excluidos del sistema, con promover la igualdad de oportunidades y combatir la probreza, con crear una sociedad que integre a toda la diversidad de los seres humanos (razas, procedencia, religiones y sistemas de valores, homosexualidad y transexualidad…) que, por la razón que sea, convivan en cada entorno/país concreto.

DISGUSTADOS PORQUE EL ATHLETIC DE ESTA TEMPORADA NO FUNCIONA. En San Mamés se gana, sí, pero no es suficiente; además, ni siquiera aquí jugamos bien media hora. La culpa mayor es la de los jugadores, sin duda (¿alguien puede explicar qué demonios les pasa a Laporte y San José?), pero creemos que Valverde debería actuar de un modo distinto para salir de este marasmo de inoperancia que, naturalmente, no sabemos cuál podría ser. Siempre, de todos modos, nos queda la duda de si este equipo no da para más, es decir, que nos tenemos que conformar con ir a la Europa Liga (casi) cada año, pero solo a sufrir y superar alguna fase a trancas y barrancas, y resignarnos a no ganar un título ni en sueños. Y olvidarnos de disfrutar de un fútbol hermoso y emocionante e incluso de, al menos, una de la dos cosas. Porque por ahora…

SENSATOS Y LÚCIDOS, al comprobar estos últimos días lo que venimos meses diciendo: todo está escrito/hecho en política, y aunque pensemos que podemos cambiarlo todo, pues va ser que menos, bastante menos, porque, queridos amigos/as, el ser humano es así. Tanto llamar casta a todo lo que no es uno o sus amigos, tanto denostar las luchas cainitas y personalistas en los partidos tradicionales… para luego caer en lo mismo que todos. Lo que pasa es que todos pensamos que nuestro caso es super especial, que «es que no tiene nada que ver». Y no, qué va, tiene mucho que ver. Es una pena, sí, pero casi todo está inventado/a en el ámbito del comportamiento humano y de las instituciones que nuestra especie crea y gestiona. Por eso, todo se repite una y otra vez. Quizá es que aún son muy jóvenes y voluntariosos y no lo saben, pero ya se irán enterando ya. Pero mejor si se sintieran menos especiales y asumieran que son terrestres, no gente venida del espacio interestelar a resolver con la varita mágica y las teorías de universidad no testadas en práctica real alguna lo que en décadas no se ha sabido solucionar.

ILUSIONADOS PORQUE LLEVAMOS UNA BUENA RACHA DE PELIS («Paterson», sobresaliente, y «la Llegada», notable) Y AÚN NOS QUEDAN VARIAS MUY PROMETEDORAS, entre ellas la española «María (y los demás)» .

MUY CONTENTOS POR EL ÉXITO DE MCENROE Y NEW RAEMON en Barcelona (sala Razzmatazz) en el primer concierto de la gira de presentación de su nuevo e impecable disco conjunto «Lluvia y truenos. A ver si cae en Bilbao un concierto de esta gira, que de momento es que no.

Venga, que para un lunes ya es suficiente. Os dejamos con «Doors Of Heaven» una de nuestras favoritas del discazo «The Ghosts of Highway 20» de nuestra diosa particular, LUCINDA WILLIAMS, publicado este mismo año. Esta música y esta voz nos pueden, qué le vamos a hacer. Es la América que nos gusta, la de Patti Smith el otro día en el Nobel, la de la poesía de Dylan, que ni Trump ni sus (muchos de ellos, incautos e ignorantes) seguidores nos harán olvidar, por nada del mundo.

Vimos a Ricardo McEnroe tocar en Pamplona

LUNES rarito. VIMOS A RICARDO MCENROE TOCAR el sábado EN PAMPLONA. Es el de hoy un día de esos en los que no sabes si va a llover, si una racha ventosa te va a tirar al suelo, o si al final se impondrá el buen tiempo. Ahora mismo vemos el cielo azul, pero hace unos minutos el viento silbaba y nos tiraba los tiestos del jardín. Y el periódico dice que lloverá. Y que sociatas y nacionalistas harán coalición de gobierno en Euskadi. Y que a Sarkozy no le quieren los votantes de la derecha francesa, y que Merkel se presenta por cuarta vez candidata a todo en Alemania. Parece que nos hemos ido quince o veinte años atrás en el tiempo. Ah, no, que Trump no estaba: pero bueno, sí que había un tal Bush, que tampoco era el tío más listo del planeta. La historia se repite.

VIMOS tocar anteayer, sábado, a RICARDO MCENROE en solitario en una sala de Pamplona ante una parroquia no numerosa pero sí absolutamente entregada y conocedora del repertorio de la banda getxotarra. Bien, la conclusión es sencilla. Una hora larga de deleite con las fabulosas interpretaciones de canciones muy celebradas y conocidas (Los valientes, Mundaka, El alce, Cae la noche, La palma…), otras menos habituales (Relojero, Ahora, La veleta…) y, atención, dos de «Lluvias y truenos», disco que acaba de salir y en el que Ricardo Mcenroe publica seis fantásticas canciones mientras que afamado cantautor indie barcelonés New Raemon presenta otras seis. Precisamente, las dos nuevas que hizo Ricardo Mcenroe en Pamplona, son dos de las que más nos gustan (lo comentábamos el sábado aquí), la animada e inspiradísima «Gracia» y la increíblemente hermosa «Por fin, los ciervos».

El recital de Pamplona fue extraordinario. Puede parecer increíble, pero el formato solo funciona perfecto en el caso de Ricardo Mcenroe. Naturalmente, ayuda mucho contar con un repertorio repleto de joyas, el de las canciones que ha ido componiendo esta última docena de años y cuyas letras y melodías el público sabe casi de memoria.

Toca Ricardo correctamente las guitarras (lleva las dos, acústica y eléctrica), canta muy bien y cada vez mejor y, muy importante (y esto siempre lo decimos), cuando está solo en el escenario, al no estar pendiente de nadie (una banda grande como Mcenroe impone su propio ritmo, y el cantante tiende a estar muy atento a sus compañeros, quizá en exceso cuando, salvo momentos concretos, cantante y voz son lo más importante del sonido de esta banda y de la vida interior de sus canciones) Ricardo canta mejor, más pausado y relajado, como más feliz, más intenso y con más delicadeza y precisión. Además, si toca solo, siempre hay menos público y él parece sentirse como en familia y hasta cierto punto, descargado de responsabilidad.

Vamos terminando: pues eso, que el formato RICARDO MCENROE EN SOLITARIO no solo satisface al aficionado (pudimos coprobarlo en las caras de los de Pampona), sino que alcanza una dimensión artística y emocional comparable a la de un concierto con banda al completo. Evidentemente, son cosas distintas. Aquí hablamos más de folk que de rock, y es en cierta medida de inevitable, pero también es cierto que las distancias cortas tienen su encanto y su poderío. El sábado en Pamplona, mientras disfrutábamos del set de Ricardo, justo en la canción «Por fin, los ciervos», del nuevo disco, nos vino a la cabeza una idea: a ver si vamos a acabar (igual que nos ocurre con el gran Damien Jurado) aficionándonos a sus conciertos en solitario e incluso quizá prefirièndolos a los de la banda…

Y, qué suerte, podemos ver un video (disponible solo desde ayer) en el que Ricardo, junto a New Raemon y Maika Makovski interpretan «Por fin, los ciervos». Ah, lo bueno comienza a partir del minuto 1:20.