Primer día del año y ni tan mal.

PRIMER DÍA DEL AÑO, y ni tan mal.
Vamos a ver «Comanchería» en los cines del Puerto, tras una comida frugal que ha rematado el delicioso alargue del aperitivo paseante en Ereaga hasta las 4 de la tarde en una preciosa y soleada tarde. Cualquier día puede proporcionarte felicidad, y normalmente son eso, un día cualquiera, sin nada especial, como este primero de 2.017.
Se nos ocurre poner ahora la canción más pop de la discografía de DAMIEN JURADO. Para vosotros. Disfrutad del día. Y FELIZ AÑO, amigos/as.

«El rumor del oleaje» de David Cordero

Blog_ElRumordelOleaje

Tres de cada cuatro imágenes que publicamos como fotos de portada de este muro de F. de La Estación de Neguri muestran la playa de Ereaga (Getxo) o sus alrededores. Y de ellas, nueve de cada diez son nuestras, las hacemos con nuestro móvil. Esta foto de Ereaga no es nuestra, sino que aparece (firmada por Juan A. Romero) en el cedé de «El rumor del oleaje», disco recién publicado de un gran amigo y mejor músico, el sevillano DAVID CORDERO. Hablamos de un artista como la copa de un pino, factotum de Úrsula, una de nuestras bandas favoritas del indie español cuando esa expresión aún significaba algo identificable y plausible, y colaborador actual de Ricardo McEnroe en Viento Smith; además de su profesión alimenticia (eso era el indie, amigos), David Cordero es productor musical y tiene un sello discográfico.

«El rumor del oleaje» ofrece pulsión electrónica esencial, tan hermosa, emocionante y atemporal que no puede ser más actual; nada de dance ni world music ni new age; son temas instrumentales, reflexivos y ambientales (exterior e interior del ser humano, unidos por la música) y nunca más atinada la expresión, se trata de melodías minimalistas pero elocuentes que nacen de interpretar la naturaleza, es music tan inspirada como inspiradora. Que, y ahí reside parte de su originalidad, nace de la premisa conceptual y de la apuesta estética de reflejar los sonidos de las olas de 8 playas, cuatro vascas y otras tantas andaluzas. Una de ellas, cómo no, es la nuestra, la de Ereaga.