Bonito miércoles/domingo. Lo estamos disfrutando musicalmente a base de bien, antes de la caminata mañanera (hay que dejar pasar unas horas: a las nueve, el termómetro indicaba dos grados en Getxo) escuchando con pausa y delectación, de principio a fin, «Carry fair», del ex-cantante de Led Zeppelin ROBERT PLANT que sigue publicando discos que nos parecen tan hermosos y atractivos como desconcertantes.
“Carry fair» es el cuarto disco del inquieto ROBERT PLANT en los diez últimos años, todos notables cuando menos; nosotros nos quedamos con este último y con «Raising Sand», más virado al country y que grabó en 2.007 junto a la vocalista Allison Kraus.
Insistiendo en la idea, Carry fair», de ROBERT PLANT, es uno de los discos más rarunos/inesperados/eclécticos de este 2.017 y mira que los ha habido y buenos, como los de Arca, Benjamin Clementine, Algiers, Foxygen… No hay manera de situarse como oyente ante este compendio de canciones que van sonando tan distintas una de otra… pero mola mazo, je, te ves como inmerso en un sueño, en un viaje musical surrealista y mágico: algunas piezas (o ciertos pasajes de ellas) remiten al rock progresivo, otras a la music oriental y a su misticismo, o al blues/gospel y alrockabilly, o al cantautor rock hastiado del mundo, o al exótico violinismo de los Balcanes, al tradicional folk vocal británico…
Para quien pretenda escuchar muchos discos en uno, «Carry fair» puede ser una acertada elección. Otra cosa: en algunas canciones (particularmente, en la rockera/guitarrera «New World…) nos recuerda ROBERT PLANT un poco a John Cale, otro genio del rock británico al que tampoco le pesa – al menos, en términos creativos y de productividad discográfica- cumplir una década tras otra.
Tras lo dicho, es obvio que elegir una canción que refleje el disco resulta tarea imposible. Veamos… nos vamos a quedar con «Bluebirds Over the Mountain», que recuerda a The Pretenders (obvio: canta la propia Chrissie Hynde, je). Es una de las más animadas y de disfrute más inmediato, y una de las que más claramente evidencia lo que ya sabíamos: Rober Plant, pese a su ya relevante edad, roza los setenta años, sigue siendo un vocalista de tralla.
Nos encanta ver a iconos del rock de los 60s-70s buscando -y, muy importante, encontrando- nuevos caminos y sonidos y absorbiendo influencias por doquier para seguir transitando el camino, para continuar en la exploración de un arte apátrida, sin fronteras ni límites, aunque algunos tengamos ya los oídos y la capacidad de escucha un tanto constreñidos. Pues miren, merece la pena el esfuerzo; palabrita del niño Jesús.
Feliz miércoles dominguero, pues.