«Car Wheels On A Gravel Road» de Lucinda Williams

¿Qué music suena esta mañana luminosa y soleada por fin, por los altavoces de La Estación de Neguri?

Pues con la excusa del 20º aniversario de la publicación de uno de los mejores discos de la historia del rock de raíces, en concreto del country/rock y todas sus derivadas (que son muchas y muy interesantes), estamos pinchando en su totalidad «Car Wheels On A Gravel Road», de LUCINDA WILLIAMS, nuestra cantautora favorita de todos los tiempos, y ahí queda eso. Significó este disco para Lucinda algo así como el salto del folk-country al rock americano sin más, una puesta de largo apuntando al rock de autor con más referencias urbanas, más modernas y tal.

Cada una de las canciones de esta celebradísima obra es un hit para nosotros, prácticamente todas son unos pedazo singles; no en vano se han escuchado hasta la saciedad en tu local favorito de Getxo, pero no podemos evitar citar monumentos sonoros como la propia ·»Car Wheels on a Gravel Road», «Right In Time», «Drunken Angel», «I Lost it» la que os ponemos abajo («Lake Charles», su pueblo de nacimiento), «Greenville» y «Joy.».

Si no conoces el disco, estás de enhorabuena: lo que te queda por flipar con estas canciones, con la fastuosa voz de una Lucinda pletórica de facultades,de esas primorosas guitarras y del sonido fabuloso marca de la casa (pocos artistas conocemos que mimen más el sonido de sus discos que Lucinda). Y si sí, que casi seguro que sí, tienes la coartada cultural perfecta para volver a disfrutarlo. Nunca te cansas de esta music.

Cierto que otros discos de LUCINDA WILLIAMS son asimismo perfectos, nos acordamos del que le precedió, «Sweet Old World», del que le siguió, «Essence», y del posterior a este, «World Without Tears». Son cuatro discos maravillosos, grabados por nuestra diva veterana favorita en poco más de diez años (1992-2003), y los cuatro seguiditos. No me lo mejores, iguálamelo.

Conocedor de nuestra enfermiza debilidad por la obra de la dama de Lake Charles (Luisiana, EEUU), una vez, un amigo músico nos pidió una selección de canciones de Lucinda Williams para un viaje por EEUU, motivado por la boda de un amigo en California. Nos pidió unas 25 canciones; nos negamos a darle nada que no contuviera al menos 40, que una cosa es hacer un favor a un amigo del alma y otra sufrir descartando canciones que uno ama tanto. «Lake Charles», no hace falta decirlo, fue una de las seleccionadas. Y todas la antes citadas de este imprescindible disco ya veinteañero, también.