BBK Live / 13 de julio, 3 conciertazos y mucha lluvia

MY BLOODY VALENTINE, THE XX Y DAVID BYRNE

En dos o tres palabras, nuestra jornada de ayer en el BBK Live, marcada por la insistente y molestísima lluvia.

Recién llegados al recinto, no terminamos de conectar con el batiburrillo de rock lisérgico, hard rock progresivo y desordenado, y ambiente como de comuna entre los músicos y un poco desaforado en el público de los King Gizzard y nos dimos una tranquila vuelta panorámica por los siete escenarios, en plan visita de reconocimiento.

Los tres conciertos que vimos enteritos, o casi:

Sobresalientes MY BLOODY VALENTINE, guitarras noventeras ruidistas pero melódicas y elevadoras que te sumergían en un bucle sonoro que más de uno podría calificar de caduco o nostálgico, pero no seremos nosotros. Un concierto redondo, volumen alto de c…s, pero perfectamente ecualizado y con las voces de Kevin Shields (nos encanta cómo hace sonar a su guitarra este hombre) y de la chica en decimosegundo plano pero audibles y percibidas a modo de complemento sonoro más que otra cosa. Un concierto gozada de principio a fin. Con su espectacular pero a la vez austero muro de guitarras y sus expresionistas, abstractos y psicodélicos visuales (ni un solo primer plano de los artistas, cómo mola esa idea de banda/grupo y esa ausencia de divismo), sonando como ellos mismos y recordándonos lo mejor y más ruidoso de Jesus & Mary Chain, Yo La Tengo y Mogwai, MBV demostraron por qué siguen siendo un mito y por qué siguen gustándonos tanto sus canciones. Nos convencieron y nos llegaron mucho más que hace unos años en el Primavera Sound. Emocionantes, su music es mucho más que un recuerdo. Lo pasamos dpm, bailar y todo, oye.

THE XX demostraron que el buen gusto, las grandes canciones, la music con el metrónomo en modo lento, los ritmos sincopados sí pero sin alharacas, un modesto formato de trío (electrónica y programaciones, guitarra y bajo), la estética y el planteamiento minimalistas, las voces delicadas y sensuales, la parquedad instrumental e incluso el uso del silencio como elemento melódico tienen cabida en un macroescenario de un festival multitudinario a las once y media de la noche ante más de 30.000 personas. THE XX defendieron más que correctamente su tercer disco, pero cuando más nos emocionaron fue cuando hicieron los inmensos y emblemáticos temas del primer disco, como «Crystalised» o «Islands». Con claras resonancias ochenteras (ciertas partes de guitarra del primer disco nos recordaban a los queridos Durutti Column) a las que se suman las aportaciones del dream-pop 90s y 00s y seduciendo con ese maravilloso dúo vocal que forman Romy (asimismo guitarrista, y cómo toca, marca de la casa de The XX) y Oliver (a su vez, bajo y qué partes más bonitas proporciona a las canciones su instrumento), arropados en todo momento por el genio de la electrónica Jamie xx, y con un convincente despliegue de visuales y escenario, triunfaron en toda regla. Claro que sí. El indie-pop con aditamento electrónico, dance por momentos, y la music hermosa, intimista, sensual e inspiradora siguen teniendo sentido, cómo no, en estos tiempos, incluso bajo la impertinente lluvia.

DAVID BYRNE dejó bien clarito ayer que fue uno de los grandes artistas de los 80s, que su nuevo disco gana en directo y, sobre todo, que el repertorio de Talking Heads sigue sonando increíblemente moderno y lúdico y que nadie como ellos supo crear singles que combinaran el pop y el rock con el funkie bailable. Su voz no es la que era, pero él, cómo no, lo sabe y se deja ayudar en la tarea vocal, sobre todo en las partes altas de las canciones, por dos cantantes, chico y chica, perfectamente compatibles con su timbre y tono. Presencia escénica impecable, sumaban once músicos, todos ellos de pìe y en continuo movimiento. Para nuestra desgracia (¡mira que es mala suerte!) no paró de llover durante toda la parte del concierto que estoicamente aguantamos bajo el chaparrón, y nos tuvimos que ir, empapados hasta las uñas, antes de que terminara el show. Pero el objetivo estaba cumplido, ver a Byrne en persona -a no más de diez metros del escenario, tampoco había tanta gente- haciendo canciones de Talking Heads.

Más o menos (el video es de un concierto de esta gira en Porto Alegre, pero la formación de ayer fue la misma) David Byrne sonó así esta pasada noche: