Quizá por el revival que está habiendo del pop-rock de guitarras que beben del blues, el post-rock y el sonido 70s, y pon aquí a los maravillosos Real Estate, The War on Drugs, Steve Gunn, Kevin Morby, Kurt Vile…, muchos aficionados inquietos están quedándose boquiabiertos, y no es para menos, al escuchar “Snow”, el nuevo disco de una de nuestras bandas de cabecera de este siglo, THE NEW YEAR, que reaparecen tras ocho años de parón discográfico (se dedican a otros trabajos, profesores de Universidad y en este plan: nunca han sido ambiciosos ni han buscado la fama ni el éxito; tienen fama de ser encantadores, huidizos del marketing y nada vanidosos), una music siempre minoritaria, exploradora e incomprendida donde las haya, pero es que THE NEW YEAR han sido desde su mismo inicio como banda, en 2.001, fieles a un estilo que han ido desarrollando sin altibajos ni alharacas, sin concesión alguna a lo que el mercado demanda, enormes y únicos, reinventando la music ensoñadora y ensimismada, intimista y a la vez grande, cantautoril y rockera al tiempo, lenta y rápida en una misma canción, con unos crescendos que te ponen piel de gallina…, y quizá es es el momento de mirar atrás y reconocer lo visionarios que fueron diez y quince años antes de este resurgir guitarrero tan próspero que estamos disfrutando estos útimos tiempos. Su music suena no ya actual sino casi futurista, y mira que ha pasado el tiempo.
Queridos amigos, hace 13 años, THE NEW YEAR lograron una de las cimas del estilo con esta incomensurable «18» que, afortunados nosotros, tuvimos la oportunidad de verles interpretar en concierto en su momento (una experiencia de las que no se olvidan): la music total, pura emoción y sentimiento, con una calidad y originalidad indiscutibles. Dales una oportunidad con su nuevo disco, pero no olvides que no es un milagro ni ha sonado la flauta por casualidad, THE NEW YEAR han sido siempre grandes, enormes. Escucha «18», y déjate llevar.