Robin Hitchock, talento y veteranía

La veteranía es un grado. Y el talento, un don ajeno -demasiado a menudo- al éxito comercial. Lo comprobamos el viernes con Mark Eitzel, y ayer ROBYN HITCHOCK lo demostró una vez más.

Una voz preciosa e inconfundible de amplio registro, una personalidad musical única, gran carisma en escena y una discografía impresionante que ha marcado época y repleta de canciones geniales a lo largo de 30 años. Esto es lo que une a Robyn y a Mark Eitzel. Y, ejem, una cosa más: la poca gente que disfruta de su talento y su creatividad, el escaso éxito comercial de su trabajo..

Ayer la sala superior del Antzoki bilbaino se llenó (pongamos que 150 personas, no más; casi la mitad, je, amigos y conocidos, todo hay que decirlo) pese a ser un lunes fin de mes, lluvioso y fresco de los de 13 grados, y justo después del finde del festival BIME. Hablamos con el organizador del evento, buen amigo nuestro, y se mostraba contento. No le llevaremos la contraria, faltaba más, pero no podemos evitar pensar que este magnífico bolo, protagonizado por una auténtica leyenda del pop-rock británico, merecía tres o cuatro, por no decir diez o cien, veces más público.

Un pletórico ROBYN HITCHOCK, acompañado perfectamente por Luther Russell en guitarra y voces durante la segunda mitad del set, que ayer nos pareció más Robyn Hood (el sonido, forzosamente acústico, remitía claramente al mejor folk británico, y hablamos de la Fairport y de los Incredible, poca broma, lo que no hizo sino entusiasmarnos aún más con lo que estábamos viendo) que a Alfred Hitchock, porque de suspense, nada. El concierto fue una maravilla de principio a fin, en el que cualquier incógnita (estado de la voz de un hombre ya sesentón, calidad del sonido, rendimiento del escueto formato, repertorio, interés de las versiones de canciones ajenas que siempre hace…) iba siendo despejada con tanta solvencia que no cabía duda de que nos hallábamos ante uno de los conciertos memorables de un 2.107 que va acabando, pero al que aún le queda alguna otra muesca que marcar, tan esperada (o incluso más) que la de ayer, y hablamos del concierto de norteamericano Chuck Prophet (aviso desde ya: no se lo pierdan por nada del mundo) el domingo 12 de noviembre en la misma sala.
Salud, y disculpas por el video, pero no tenemos otro.