Os dejamos un fragmento de una de nuestras favoritas del disco «Esperanza» que hoy ha presentado en Bilbao. Seis canciones, seis, que -con las limitaciones inevitables del formato- ha defendido con su habitual solvencia cuando toca en solitario.
Y esto solo ha sido el aperitivo. Dentro de pocos meses le veremos en Bilbao con las canciones más ensayadas y curradas en su traslación al directo, con banda al completo (se siente: teclas, batería, bajo…) en un concierto en una sala digna de este discazo y de un artista descomunal de quien hemos de sentirnos orgullosos. Porque, amigos, dedicarse hoy a la música, por mucha calidad que tenga tu trabajo artistico, y este es el caso, equivale a renunciar a un futuro económico viable.Y crear, en un contexto profesional tan precario y desagradecido, estas estupendas canciones que tanto nos emocionan y nos concilian con la vida, roza la heroicidad. Gracias, Ricardo.
