Lo visto el sábado y último día

Nos explayamos un poco con nuestros tres mejores conciertos, y conste que lo vimos casi todo, incluidos los «cabezones» de cartel como Tame Impala y Foals, y también serie media como Jaguar Ma, y los sosetes Editors, y la interesante cantautora y teclista chilena Soledad Vélez, y los locales Dekot, competentes, y los enérgicos y eclécticos rockeros, y de Bilbao directamente, Yellow Big Machine.

– COURTNEY BARNETT. La nueva diosa del rock, la australiana (por canciones, por actitud en escena, por gran guitarrista, por concepto musical, por banda tan escueta como impecable/implacable) demostró que también en concierto es el relevo natural, la heredera cuasibiológica de Patti Smith y Pj Harvey; y de Lou Reed y del Bob Dylan más rockero, y es que en ese nivel situamos a nuestra nueva diva, en el rock con mayúsculas y sin aditamentos. Cierto que hay punk, garage, indie-rock de libro y buenas dosis de folk de cantautor rebelde en sus canciones y en la forma en que las lleva al directo, pero la music de Courntey lo tiene todo. Aspereza/crudeza/fuerza, tensión de la auténtica, buen rollo, sensibilidad, reivindicación, tremendo cancionero, estribillos irresistibles, melodías memorables…Bolo enorme, no se dejó una sola canción de las buenas y estuvo todo el rato en sobresaliente. Esperábamos mucho muchísimo de su set, llevábamos meses diciéndolo y avisando a la gente, pero es que Courtney superó cualquier expectativa… nos marcó el día, y el año. Un privilegio verla cuando aún rezuma frescura, encanto, naturalidad y radicalidad. Gracias a quien corresponda.

– MCENROE. Quizá el mejor concierto que les hemos visto en años. Sobresalientes todos, particularmente Ricardo en la voz y Gonzalo a la guitarra; y muy valiosa la aportación del «sexto Mcenroe», el amigo Raúl Pérez, (andaluz, productor de sus dos últimos discos, multiinstrumentista, y teclas el sábado: comparece solo en grandes eventos como este, por razones obvias). Sonidazo (un poco más de volumen no hubiera pasado nada), perfecta conjunción entre los músicos, público entregado que lo coreaba todo, ambiente increíble como de amigos, caras de felicidad vespertina mientras caía la noche, nuestro gozo en la palma (de la mano) y reflejado en el rostro de los valientes que eligieron este concierto frente a otros de más relumbrón, prefirieron alimentarse de la electricidad generada cuando rugen las flores, disfrutaron de las orillas del mundo marino en pleno monte y, como recordando otras vidas, la veleta daba vueltas avisando de que vienen tormentas que te harán ver que (no) estás equivocada/o, que este era el sitio y el momento. Set redondo, inolvidable y breve (circunstancias obligan) en el BBK Live. A la próxima edición del festi le tenemos que pedir ¡¡¡¡MCENROE A UN ESCENARIO aún MÁS GRANDE!!!!, que se lo están ganando a pulso. Peor competidor no pudieron tener (la envolvente psicodelia en espiral de los requerídísimos Time Impala, que tocaban a la misma hora en el escenario principal) y así y todo congregaron a mucho público; ah, no vimos irse a nadie del concierto de Mcenroe. No se podía (y mira que el reclamo era fuerte: Tame Impala, nada menos) tal era el entusiasmo.

FATHER JOHN MISTY. Estaba cantado, no nos extrañamos cuando comprobamos la cantidad de gente avisada de la magnitud de la cita que abarrotaba el evento. A pesar de lo temprano de la hora (comenzó a eso de las ocho y media, después de Courtney y antes de Mcenroe), llenó su recinto y es que la ocasión lo merecía. El concierto de J. Tillman no decepcionó a nadie, pese a que la nutrida banda que le acompañaba se mostró solo notable. Quizá fue la voz más bonita que escuchamos todo el día. Nos sorprendió la gran figura del pop de autor en que se ha convertido el otrora interesante e intimista -y bastante neuras- cantautor, con exuberante, elegante y calculada gestualidad en escena tanto del rostro como corporal, bailón y flipadete (muy colocado, en realidad, o al menos lo parecía. Inciso: en una de sus muchas piruetas, FJM perdió el equilibrio, se cayó del escenario y se propinó una buena leche, se escuchó perfectamente el impacto desde las primeras filas en que nos encontrábamos, tardó como medio minuto en reponerse; ya hacia el final, se tiró a la gente y -así nos lo dijeron, no lo vimos- se regaló un morreo con una chica del público). Ofició FJM en plan front-man total, en el mejor sentido de la expresión. No sabíamos que él se ve ya tan estrella; sorpresa, y no fuimos los únicos: la gente lo comentaba mucho. Pero sin problema. Una vez superada la inicial extrañeza, moló absolutamente, y es que parecía un trasunto mezcla de Bowie y Nick Cave, oye. Hizo sus mejores canciones, lo dio todo, cantó dpm, nítido y fuerte, arriesgando en los altos y sin un solo fallo ni desafine, sonó dpm (véase el video de ETB), imposible pedir más. El final con un extendido «I Love You, Honeybear», de enmarcar. No te pierdas el video, muy bueno (gracias a quien corresponda) y con un sonido excelente.

No recordamos NUNCA haber enlazado TRES CONCIERTOS tan ESPERADOS, tan PERFECTOS y EMOCIONANTES por diversos motivos todos buenos, DE TANTA CALIDAD, tan distintos entre sí y tan impecables… y mira que habremos disfrutado de no menos de 30 grandes festivales por todo el país estos últimos 15 años.

Terminamos ya. Una gran jornada en la que lo mejor ocurrió por la tarde y a primeras horas de la noche. Con el añadido de la nueva espléndida CARPA DJ Basoa en pleno monte (la visitamos muchas veces el sábado, y llegamos a la conclu de que nos gustaría tener una así cerca, en cualquier monte próximo, para pasar los ratos tontos de los días laborables, je). Ubicada, casi escondida entre árboles, el espacio parecía una romería de pueblo remoto, una delicia, aunque eso sí, en lugar de acordeón y trikitixa, sonaba a un volumen atronador una music estupenda, sabrosa, repetitiva y cañera, techno a tope, para sudar y divertirte de lo lindo antes de dar por finalizado el diazo y acostarte.

Nos reafirmamos, una vez más, en nuestra predilección por los NUEVOS VALORES, por los nuevos artistas y bandas de la escena local, nacional e internacional, por los ESCENARIOS MEDIANOS con no más de 3.000 personas, que te permitan ver DE BIEN CERCA a los artistas, empaparte del sonido, emocionarte a tope.

Y nuestro favoritismo indisimulado por el carisma y poderío de los nuevos CANTAUTORES ROCK, que de no otra cosa iban los tres conciertos que más nos llegaron y con los que más disfrutamos. A las once y media de la noche (al finalizar Time Impala, que dieron un concierto bonito y medido, potente y con buen sonido, pero no nos llegaron tanto como los tres reseñados) ya teníamos la sensación de haber hecho el día.

Eso sí, vimos otros muchos conciertos. Como el de JAGVAR MA -bien, tremendos sus hits de rock electro, quizá demasiado volumen y esa voz gritona un poco extraña que tiene…-, FOALS – han virado casi al rock duro, nos dejaron un poco descolocados pero no estuvo mal; Yannis Philippakis ejerce de consolidado rock star, y Foals sonaron muy bien, como banda grande y justificaron su emplazamiento estelar, el de cierre del escenario principal- y sí, también cayeron EDITORS, nunca mejor dicho porque menudo peñazo, y eso que fuimos solo para constatar, una vez más, que no nos gustan casi nada. Y para comprobar, otra vez más, que hay un crítico en El Correo (lean hoy el periódico, nosotros lo hacemos cada día; lo tienen en La Estación de Neguri) con el que coincidimos aprox. en el 1% en las valoraciones cuando vemos el mismo concierto.

Pues eso, un gran dia de un festival que crece edición tras edición, que sigue buscando (no aún definiendo, pese a sus 11 años de vida) su identidad, con una PROGRAMACIÓN atractiva y muy de nuestro estilo (si bien algo de R&B, y de hip hop renovador, e incluso cosas afro y magrebí de nuevo cuño hubieran enriquecido la paleta sonora, pero otro año será). Y, muy importante, un recinto con MUCHAS E IMPORTANTES MEJORAS DE INFRAESTRUCTURAS Y EQUIPAMIENTO : más espacio para andar, para sentarse e incluso para ver los conciertos, mejor sonido, más escenarios, carpa dj específica, más barras, más Wcs…

EITB   –  Father Jhon Mistyren rock doinuak