«Viaje a las emociones», del pintor getxotarra TXEMA DOMÍNGUEZ, que regresa a La Estación de Neguri con su obra (que el propio artista nos definió el otro día como «impresionismo expresionista») tras el éxito de su primera muestra hace ahora un año. Se trata de más de una docena de acrílicos y óleos sobre lienzo de diversos formatos que representan paisajes invernales y otoñales en los que el protagonismo estelar recae en los árboles, una constante en la obra de un creador que reconoce amar profundamente los bosques. La organización y montaje de esta impecable exposición ha contado con la colaboración del conocido pintor muralista (y amigo y cliente de La Estación), Roberto Zalbidea.Es el propio Roberto quien ha escrito el texto de presentación de esta muestra:
“EL REALISMO POÉTICO DE TXEMA DOMINGUEZ
Ser realista hoy, supone entrar en la vanguardia, una vanguardia que depura todas las mamarrachadas que tenemos que sufrir en espectaculares exposiciones y ferias de arte moderno. Txema Domínguez elige una perspectiva comprometida en calidades plásticas y visuales, d dando a toda su obra un carisma de autor apasionado. A la realidad de sus paisajes se suma la creación imaginaria de lugares para el ensueño, en lo que sobre sus deseos, voluntades y sacrificios, habita una pasión por la forma, la luz y el color que la caracteriza, oscilando entre realidad e ilusión. En su pintura existe una constante de personalizar los motivos naturales, dotando de voz propia a todos sus cuadros. Que nos hablan, nos lo dicen todo de su autor, del hombre y del artista. Txema Domínguez disfruta pintando, y ese disfrute se palpa, construyendo para él y para nosotros, la realidad de nuestros sueños.”
Con estos nuevos cuadros que presenta en La Estación de Neguri, y esto ya es cosecha propia, TXEMA DOMÍNGUEZ parece querer proponernos un stop al frenesí y a la banalidad; una parada en seco que habilite un espacio de calma, reflexión y quietud. Un receso perceptivo y anímico cuyo propósito no puede ser otro que acceder a la belleza y la poética de esa naturaleza imponente y pequeña a la vez que refleja en sus cuadros y que nos reclama atención y empatía para que podamos, por un lado, captar si no esa esencia inasequible sí al menos algunos rasgos de su inmenso misterio; y, por otro, descifrar el abanico de emociones que desencadena en nosotros. Títulos como «Amanecer en la nieve», Niebla en la ladera norte», o «La valla», con ese descriptivismo aparentemente neutro y objetivo revelan el doble objetivo del autor de reflejar ciertos aspectos de la naturaleza con una intervención discreta y una creatividad puesta al servicio del realce de la poética de los paisajes, y de ceder al espectador todo el espacio interpretativo para que configure su propia versión, estética y emocional, de la obra que mira.
Hasta el 15 de marzo contamos con un mes para disfrutar de los cuadros de TXEMA DOMÍNGUEZ. Si quieres ser de los primeros, esta tarde/noche podrás compartir con el propio artista y con otros amigos pintores que acudirán al evento, ese peculiar y espléndido ambiente de conversaciones, música y encuentro agradable que caracteriza las inauguraciones de las exposiciones de La Estación de Neguri.
