ROBERT WYATT con solo 70 años, ha hecho pública su decisión de retirarse la música y lo hace ofreciendo buen género, para que le recordemos siempre: un disco doble recopilatorio que recoge lo mejor de su maravillosa carrera discográfica y una biografía, ambos materiales con el mismo título: «Different every time».
Ya sabéis que desde que en 1973 sufriera un grave accidente, ROBERT WYATT se desplaza en silla de ruedas y que se vio forzado a dar un afortunadísimo y -desde un punto de vista creativo- muy provechoso giro a su rol en la música, dejando de ser el (gran) baterista de un gran grupo de rock progresivo (Soft Machine, casi nada) y de otro quizá más experimental como Matching Mole, para convertirse en un artista estelar de nivel planetario y que brilló con su propia luz durante décadas, en sus facetas de compositor y cantante e instrumentista de su propio material. Más de 40 años después, este rara avis que siempre ha sido Wyatt, se retira sin gira crematística ni disco nuevo, y con una confesión injusta con sus méritos. Dice que «nunca estuve a la altura de mis héroes, pero tampoco intenté copiarlos. Lo he logrado gracias a la amabilidad de extraños y de amigos”.
También amablemente, pero discrepamos, querido Robert. Has sido un artista (y un hombre, pero eso lo dejamos para otro momento) único, que casi inventó una manera de cantar (su voz siempre fue inconfundible) y que supo combinar y mezclar, partiendo del rock, la psicodelia y el jazz, con un insobornable espíritu de experimentación y búsqueda, todo tipo de estilos (bossa, folk, camera music…) influencias para acabar conformando una producción discográfica poco comercial pero de enorme calidad y que quienes quieran profundizar en lo más fértil, original y creativo de la música pop del siglo pasado y de la primera parte de este, la producida por artistas legendarios, alternativos por fuerza, descomunales, osados e irrepetibles que iban por libre, creando tendencias en lugar de seguirlas, habrán de estudiar a fondo, si no quieren perderse lo esencial, lo más significativo, que siempre ocurre un poco a escondidas.
No es tarea sencilla elegir una sola canción que represente el arte y el mundo, entre onírico, vanguardista y reivindicativo, de ROBERT WYATT. Quedémonos con una de las más míticas de sus composiciones, «Sea song», que abre de modo deslumbrante el extraordinario «Rock Botoom», publicado en 1974 y primer disco tras el accidente, segundo en solitario. Con el interés añadido de que, en este video que os ponemos hoy, la interpreta Wyatt en un live de 2008 para la BBC.
Purita crema, música imperecedera, cuatro décadas después de haber sido pensada y creada. Nunca pudimos ver en vivo a Wyatt, una auténtica pena, pero es que no dio apenas conciertos y, que sepamos, nunca tocó en España.
Buen día, amigos y amigas. Ah, seguimos abiertos, también hoy, en La Estación de Neguri.