MARTES casi lunes. Comienza mayo, llueve y hace fresco. No motiva mucho la circunstancia, pero todo es más llevadero con una nueva entrega de canciones de nuestro querido RON SEXSMITH, el espléndido cantautor pop canadiense que siempre reconoció que cuando comenzó con este trabajo tan peculiar hace ya muchos años (su primer gran disco, «Ron Sexsmith», data de 1.995) y ante la solidez de sus primeros éxitos, soñaba con hacerse rico y famoso con su música; pero la putada, para él -que no para sus fieles aficionados-, es que solo le salen buenas canciones, y fue hace años que lo acogió con los brazos abiertos la comunidad indie de todo el planeta, no tanto la mainstream, y ya se sabe lo que eso significa: más prestigio, menos ingresos.
Sigue siendo RON SEXSMITH un artista respetadísimo y con seguidores en todo el mundo, pero solo unos pocos en cada país, en cada ciudad. Nos ha visitado varias veces en Bilbao en concierto y siempre ha cumplido pero nunca ha llegado a llenar el Antzoki, ni mucho menos. Es su triste sino. Y el de su deliciosa música, que pese a sus seductoras y preciosas canciones, busca a mucha gente pero parece estar reñida con las multitudes y los grandes estadios. A nosotros nos encontró hace tiempo. Tampoco nos gustan las aglomeraciones, quizá no sea del todo una casualidad, y desde luego no hemos olvidado ni abandonado la music de RON SEXSMITH.
Porque Ron Sexsmith sigue haciendo artefactos sonoros redondos, encantadores y tan bien limados como esta «Radio», breve canción de su nuevo disco, «The last rider» , recién publicado y al que ya le llueven los elogios. Como es habitual.