Es una Expo que muestra la obra de dos artistas locales, ROSALÍA DE LECEA Y JOSEBA ELOSEGI, cuyo referente estètico principal podríamos situar en el EXPRESIONISMO, el movimiento contestatario y rupturista surgido en Alemania a primeros de 1.900 y que (en su apartado pictórico) sucedió al -aún hoy celebradísimo- impresionismo y al naturalismo. Hagamos un poco de historia, en plan sencillo y sin pretensión alguna de precisión. El expresionismo refleja la transición desengañada de un siglo a otro, y
antepone la expresión del pensamiento y la emoción del artista frente a la plasmación de la realidad de un modo más o menos personal que caracterizaba a movimientos artísticos anteriores. Los expresionistas buscaban un arte más intuitivo y espontáneo y, por decirlo de algún modo, que en lugar de representar paisajes o hechos trasmitiera emociones y pensamientos, que hurgara en la subjetividad del individuo, en sus sentimientos y emociones. Colores fuertes y poco comunes, la búsqueda de nuevas maneras de expresar el arte y el objetivo de cambiar los parámetros de la vida de entonces, partiendo de una irrenunciable defensa de la libertad individual, en una época tan convulsa como la que vivió la Alemania prebélica y en general la Europa de la primera gran guerra y los años de entreguerras (1918-1939). Se dice que este movimiento reflejó una visión pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo y el descreimiento en el desarrollo económico y en la sociedad progresista e industrializada «Mediante la distorsión de la realidad, los primeros expresionistas pretendían impactar al espectador, llegar a su parte más emotiva e íntima» leemos en wikipedia. Lo cierto es que esta definición de los pioneros, no se ajusta a lo que hoy entendemos como expresionismo. Y es que se dio una gran diversidad en el expresionismo con el paso de los años. Desde los grupos germanos Die Brucke y Der Blaue Reiter, los primeros expresionistas, hasta el modernista de Munch o el surrealista de Klee o el abstracto de Kandinski, por citar solo lo más conocido entre nosotros, hay una evolución tan enorme…
VOLVIENDO A LA EXPO QUE HOY INAUGURAMOS, hablemos un poco de los dos artistas que nos mostrarán su obras durante todo este mes de agosto.
JOSEBA ELOSEGI, «autodidacta aunque he tenido muchos maestros» es de Berango y trae una decena de cuadros de diversas épocas de su producción artística, que reflejan su evolución de una época de abstracción y colores más oscuros a otra más luminosa. Trae obras de formato mediano y grande ,en los que vemos bodegones abstractos, si se permite la expresión, algún paisaje, escenas urbanas y marinas…
Preguntado por sus pintores favoritos, los que más han podido marcar su obra, se queda con uno solo, Cezanne. Joseba ELOSEGI, que nos cuenta que «pintar me permite expresarme con libertad y huir del tedio, pinto desde los 18 años, pero nunca he sido un profesional de la pintura», ha expuesto con anterioridad en la Kultur Etxea de Berango y en un par de salas de Bilbao, una de ellas junto a otros pintores. «Después de una larga trayectoria de experiencias en el campo de la plástica, os traigo lo más relevante de mi evolución como pintor, que aunque quizás algo anacrónica refleja todo mi entusiasmo por seguir mejorando día a día».
ROSALÍA DE LECEA, «vasca y catalana, nací en Barcelona y vivo en Getxo y en Barcelona», se queda como referentes principales con los expresionistas alemanes y con Picasso, y nos presenta cuadros abstractos «aunque alguno sea más figurativo». Ha expuesto mucho, y nos destaca las exposiciones realizadas en cuatro salas de la ciudad condal y las varias hechas en Bilbao; lleva algunos años sin exponer, «la ultima fue la que hice en Tamarises, en Getxo», con lo que esta muestra que hoy inauguramos en La Estación le hace «mucha ilusión». Pintar supone para ella un «desahogo, un relax en mi vida, además de un auténtico placer». Esta artista, que probablemente heredó el talento de su padre, que además de arquitecto del ayuntamiento de Bilbao fue afamado pintor, nos atrae una obra colorista y que suscita fuertes emociones en el espectador, al menos así nos lo parece a nosotros.