una de las canciones de (mi) 2017 es esta «Imagining my man» que ponemos hoy. Su autora es la aún veinteañera neozelandesa ALDOUS HARDING que para grabar su segundo disco, «Party», tuvo el buen criterio de llegarse hasta hasta Bristol, publicar con el sello 4AD y dejarse guiar por el productor John Parish; o sea y en ambos casos, sinónimo de prestigio, ambición creativa, intensidad, sentido común y emoción.
Este ha sido el año de las chicas del folk, blues, country, pop-folk y folk-rock, el espacio musical que más alegrías nos está dando estos últimos tiempos. Lo constatamos claramente al repasar los discos que más nos han gustado este año; hasta tal punto lo tenemos claro que estamos casi dispuestos a hacer una lista de lo mejor de 2.017 exclusivamente dedicado a ellas.
Tomen nota de los discazos entre notable y sobresaliente que han publicado este año. Nos iba a costar mogollón poner los discos en orden de preferencia, pero ellas serían (incluimos, como ocurre con Big Thief, Hand Habits y Widowspeak, bandas en las que ellas son voz y alma del colectivo) las que siguen.
Talento, clase, conocimiento para encontrar su propio sitio como compositoras y un sonido particular en la escena musical, y, muy mucho, sentimiento. Ha sido el año de las chicas y de este amplio y fértil espacio de la music en el que ellas se mueven, sin duda.
Esta es la lista de las 16 artistas que más nos han convencido en 2.017, no ponemos los títulos de los discos porque la siesta espera.
AIMEE MAN
RHIANNON GIDDENS
TIFT MERRITT
ALDOUS HARDING
JULYE BYRNE
LAURA MARLING
JULIEN BAKER
BIG THIEF
KELELA
WIDOWSPEAK
HAND HABITS
JESCA HOPS
MARINA HACKMAN
MITSKI
PHOEBE BRIDGERS
WEYES BLOOD (su disco es de finales de 2.016 pero lo co0mputamos como de 2.017 porque es cuando lo escuchamos)
TARA JANE O`NEIL
JEN CLOHER
(y, ojo, que los discos de dos semi-estrellas como FEIST y BETH ORTON y de nuestra querida EILEN JEWELL, de este año han sido más que aceptables).
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PHOEBE BRIDGERS – «Stranger In The Alps»
De la lista de chicas con disco fantástico este 2.017 en la music de raíz (folk, blues, country, aunque se admiten derivaciones al pop y al rock) que publicamos ayer (y en la que, error impredonable, je, faltan nombres como Tara Jane O´Neil o Jen Cloher; gracias, Floren, las añadimos tras escuchar atentamente ambos discos) quizá una de las menos conocidas era la californiana PHOEBE BRIDGERS que sacó al mercado en setiembre su álbum de debut, «Stranger In The Alps». No es difícil encuadrar este disco dentro del folk-rock de cantautora, pero tampoco lo sería aceptar que no deja de ser música pop con origen folk. En todo caso, un disco estupendo, hermoso pero con cierta jondura; sin estridencias ni mayores riesgos, con resonancias a veces campestres pero decididamente urbanita, seduce a la primera. Pensamos que puede gustar a aficionados de gustos eclécticos o poco definidos; siempre que no detesten el folk y la music más pausada, claro.
«Stranger In The Alps» es un disco molón a más no poder, con cuatro o cinco temas redondos (nos encantan sobre todo la que abre el disco, «Smoke Signals» y «Funeral», aunque también nos convencen mucho «Motion Sickness», «Killer» y «Would You Rather»); y nos vamos a quedar con la primera, «Smoke Signals», preciosa y envolvente balada, sedosa y casi en recitativo con violines y atmósfera ambient; nos recuerda a los Everything But the Girl de «Eden», disco irrepetible, aún soñamos con sus canciones.
Phoebe, pese a su edad y su bisoñez musical con un solo disco publicado, tiene ya acumulado un buen pedigree. La cantautora angelina tiene solo 22 años, se graduó en la universidad de L.A. en algo parecido a Bellas Artes, creció escuchando a Elliott Smith, Joni Mitchell o Bob Dylan, «y fue ese fulgor de pura sensibilidad creativa el que le llevó a empezar a componer canciones a temprana edad», leemos por ahí. En 2015 grabó un EP, “Killer“ bajo la tutela de Ryan Adams, estrella que desde entonces no ha parado de irradiarle ánimos y de promocionarla. Phoebe fue telonera en la gira de Conor Oberst, quien precisamente colabora en ‘Would You Rather’, del disco de Phoebe; nuestra chica de hoy también giró con The War on Drugs y con una de sus mejores amigas, la asimismo cantautora emergente y también perteneciente a esta selecta lista nuestra, Julien Baker.
“Todo lo que oyes ha llegado por el sentimiento; mi música es lo que surge cuando ahondas en la honestidad, sin ninguna intención específica. Mis canciones pretenden reflejar la persona que realmente soy en la vida, en el mundo que me rodea” ha dicho en una reciente entrevista PHOEBE BRIDGERS y difícilmente puede describirse mejor lo que significa el concepto cantautor-a.
Lo dicho, «Smoke signals»es una de las razones por las que PHOEBE BRIDGERS está en nuestra lista de lo mejor de 2.017, y por las que se ha convertido en uno de los más relucientes descubrimientos del año.
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TARA JANE O`NEIL
Sabida es la querencia que uno siente, desde hace muchos años, por las chicas del folk anglosajón, pero si tuviéramos que quedarnos con sólo dos cantautoras que son auténtica debilidad nuestra serían dos mujeres outsiders como ellas solas (y mira que hay donde elegir, desde Scout Niblett hasta Alela Diane, desde Laura Veirs hasta Weyes Blood, de Jolie Holland a Josephine Foster, de Waxahatchee a Laura Gibson, …).
Nos quedaríamos con nuestra adorada Julie Doiron y con una artista que además de a la música se dedica a otras disciplinas artísticas, y que se nos antoja la más minoritaria de todas ellas, pese a su excelente discografía en solitario -siempre bien aceptada por la crítica- y a su pasado como miembro de bandas de culto como Retsin, Sonora Pine y Rodan, de repercusión tan minoritaria como la de ella misma en sus grabaciones en solitario, es la californiana TARA JANE O´NEIL.
A mediados de año, esta mujer que ya se acerca al medio siglo de vida, publicó otro disco estupendo, de título «Tara Jane O’Neil» que, como es habitual, apenas ha sido reseñado en nuestro país, y eso que mantuvo una buena relación con España al ser editada -solo un ep- por el sello Acuarela y habernos visitado en varias ocasiones: hasta tal punto es ignorada pro estos lares el trabajo discográfico de Tara Jane O´Neil que buscando en Internet el texto reciente más extenso publicado sobre ella constatamos que lo firmó aquí el menda con motivo de la salida de su anterior disco, «Where Shine New Lights», en 2.014. Entonces dijimos que (perdón por la autocita): «TARA JANE O´NEIL, con su folk-rock desmadejado y casi experimental no hace una música convencional y apta para el paladar del gran público o las emisoras de radio convencionales, pero escuchar sus discos, y no digamos asistir a uno de sus conciertos (tarea bien difícil en nuestro país, aunque nos podamos felicitar de que la hemos visto varias veces en directo) es una experiencia distinta, algo exigente e incluso ardua, en tanto que para su completo disfrute requiera de atención y amplitud de miras, pero siempre gozosa y con cierto punto de misterio, tristeza y nebuloso viaje interior».
Pues nada, que lo nuevo de TARA JANE O´NEIL vuelve a ser un discazo de neofolk encantador, reposado e intimista, con cierto aire psicodélico y que, una vez más (lleva publicados siete u ocho discos largos en solitario desde su «Preregrine·» en 2.000), nos satisface absolutamente.
Pero, ojo, no solo lo decimos nosotros, Allmusicm, en la reseña que publica sobre el disco (le otorga cuatro estrellas de cinco posibles), lo elogia así: «Un espléndido trabajo de una artista tremendamente subestimada(…), este es un álbum ideal para el final del día o para cualquier momento en que uno necesite sumergirse en algo que resulte claro y hermoso».
Suena así de bien y de mágico el disco, del que elegimos uno de sus numerosos temas casi perfectos, «Blow»:
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Abundando en los elogios a la gran TARA JANE O´NEIL, fijarse por favor cómo suena de misteriosa y de narcótica, tan lo-fi militante como compleja en instrumentación y sonido, esta fantástica canción, «Your Rats Are». La publicó Tara Jane O´Neil en su segundo disco en solitario, ya tenido por uno de sus grandes hitos, «In the Sun Lines». Corría 2.001, parece mentira pero es verdad; escuchándola hoy, 16 años después, y viendo la cantautoras que hoy admira la peña más exigente, solo cabe definir a la californiana como visionaria. ¡Grande Tara! Un poco de noise hogareño, otro de indie-folk, algo de chamber music, perfume de psicodelia atemporal, en fin, una canción descomunal de las de escuchar en bucle, tres o cuatro veces al menos, porque una sola escucha no te alcanza para nada. Y porque necesitas repetir, claro, de lo maravillosa que es. Lo tiene todo, hasta un punto de delirio, sí.